Un juez ordena un estudio de huellas dactilares a un sospechoso en el caso Pablo Ibar
Un testigo identificó al hombre como el autor de los asesinatos por los que fue condenado a muerte el ciudadano español
Un juez de Florida ha ordenado este lunes que se realice un estudio de huellas dactilares a un sospechoso de los asesinatos por los que fue condenado a muerte el español Pablo Ibar, que está preso en el corredor de la muerte en Estados Unidos desde el año 2000. El posible autor de los crímenes, William Ortiz, condenado a cadena perpetua en el estado de Florida, fue identificado por un testigo cuando un programa de televisión mostró las imágenes, captadas por una cámara de seguridad, del asesinato por el que se acusa a Ibar.
Las pruebas se realizarán el próximo 14 de septiembre, aunque la defensa de Ortiz dispondrá hasta día 9 para presentar cualquier alegación a la decisión del juez que preside el caso, Jeffrey Levenson.
Tras la audiencia, el abogado de Ibar, Benjamin Waxman, ha explicado que la prueba de huellas dactilares es "un tipo muy específico de prueba de microscopía" y los resultados pueden estar listos en un par de días. "Si en la comparativa las huellas dactilares de Ortiz coinciden con las que aparecen en el lugar del crimen" sería un gran paso y posiblemente no solicitaremos que se practiquen las de ADN.
El caso Ibar dio un giro inesperado el pasado 19 de marzo cuando su abogado defensor entregó al juez una declaración jurada y sellada de un testigo que asegura que otra persona le confesó que era el autor de los asesinatos imputados a Ibar, de padre español y madre cubana ya fallecida. En la declaración, el testigo Juan Gispert, que vio las imágenes del asesinato e identificó a Ortiz como presunto autor, dijo al abogado defensor que el propio Ortiz le confesó que él era el autor del triple asesinato por el que fue condenado a muerte el español en el 2000.
Ibar está acusado de los asesinatos cometidos en 1994 de Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Rogers, que estaban en su casa de Miramar, crímenes que fueron grabados por cámaras de seguridad.
Declarar el juicio nulo
El abogado de Ibar, Benjamin Waxman, está inmerso en un proceso para intentar declarar nulo el juicio que le condenó a la pena capital. Para ello, argumenta que no se respetaron sus derechos constitucionales porque el abogado de oficio que le asistió no procuró la asistencia de un experto de identificación facial que estableciera que es imposible identificar al español como uno de los autores del crimen basándose exclusivamente en la grabación de vigilancia del domicilio donde tuvieron lugar los asesinatos.
La aparición de este nuevo sospechoso puede ayudar a Ibar en este intento de que se declare nulo el juicio que le condenó, más aún si sus huellas dactilares o ADN aparecen el escenario del crimen.
Para contribuir a costear la defensa de Ibar, el Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha convocado recientemente un concurso para apoyar con 60.000 euros a aquellos españoles condenados a la pena de muerte, con el fin de que puedan pagarse una defensa de calidad.
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