Maragall sale a la calle por la ley electoral
El ex presidente ha dado hoy su firma a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que promueve Ciutadans pel Canvi
"Señorita, ¿sabe que Cataluña no tiene aún una ley electoral propia?" Así aborda un señor de pelo cano, camisa blanca y pantalón beige a una joven de origen colombiano, empadronada en Barcelona, a las puertas de una de las grandes tiendas de ropa del Portal del Àngel. Le explica que una agrupación política cercana al PSC, Ciutadans pel Canvi (CpC), recoge firmas para proponer al Parlament una norma electoral que prevé listas abiertas y una mayor proporcionalidad en el reparto de los escaños.
Y Adriana, así se llama la chica, acabará firmando por la iniciativa. El hombre es el ex President Pasqual Maragall, y el encuentro ha ocurrido esta mañana.
Maragall se ha paseado por las calles del centro barcelonés para dar su apoyo a la recogida de firmas impulsada por la plataforma que le dio se apoyo desde que el ex alcalde mantuvo su primer round por la presidencia de la Generalitat contra el veterano Jordi Pujol, en 1999. Entonces ganó en votos, pero perdió en escaños. De esta forma, Maragall se convirtió precisamente en la principal víctima que ha habido en Cataluña de una ley electoral que hace que un voto en Barcelona pese menos que uno en las otras tres circunscripciones - que son las que se decantan más a menudo por Convergència i Unió (CiU).
Esta mañana, el ex presidente ha compartido su entusiasmo por la iniciativa, que "sirve para romper la distancia del parlamento con la gente", ha dicho, con los jóvenes que recogen firmas en varios stands. "Algunas personas no quieren saber nada, pero normalmente es fácil que la gente entienda qué proponemos", explica por ejemplo Eric Aznar, que tiene 18 años, ha acabado el primer curso de la carrera de filosofía y en lugar de estar en la playa trata de convencer a aquellos que salen del Mercado de Santa Caterina.
Sin entusiasmo en el PSC
No comparte este entusiasmo el Partit dels Socialistes (PSC). Su portavoz, Miquel Iceta, advirtió que el final de la legislatura no es momento para debatir una ley electoral. "Iceta nunca tiene tiempo", ha criticado el ex socialista Maragall. Y ha seguido su paseo, fotografiándose junto a una imagen de dos artistas catalanes excéntricos: Dalí y Verdaguer. Justo a las puertas de la casa de Francesc Cambó, el nieto de Joan Maragall ha preferido retratarse junto a la imagen del cura literato y algo extravagante, toda una declaración.
Y un poco más adelante, ha experimentado lo que pueden aprender los políticos cuando salen a la calle. Una señora mayor que salía del mercado le ha espetado, cuando Maragall le ha pedido su apoyo: "¿Y esto cuánto le cuesta al Gobierno?". "No habíamos pensado mucho en eso. Lo vamos a hacer", ha respondido el diputado de CpC Toni Comín, sorprendido.
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