La Transición resuena en el Parlamento de Australia

Tantos han sido los elogios que ha recibido hoy en Australia la transición española que el Rey, de visita oficial en este país, se ha visto en la necesidad de hacer un añadido al discurso que tenía preparado ante los líderes políticos australianos en el Parlamento de Canberra. "Quiero agradecer sus amables palabras hacia mi persona. Pero quiero tomarlas en nombre de todos los españoles. Debo decirles que sin el apoyo y la voluntad del pueblo español no podría haber hecho lo que hice [en la Transición]", ha respondido don Juan Carlos.

Antes de esta intervención, durante una ceremonia de bienvenida en el edificio del Parlamento, tanto el primer ministro como el líder de la oposición australianos habían hecho un elogio tan rendido de la Transición, especialmente personalizado en el Rey, que parecía más propio de un aniversario específico del hecho histórico. "Recuerdo, cuando yo era joven vuestros esfuerzos en aquellos tiempos difíciles", ha dicho el Primer Ministro australiano, Kevin Rudd.

El líder de la oposición australiana, Malcolm Turnbull, ha arrancado su discurso diciendo: "Pocos reyes en la historia han tenido tanto coraje en la defensa de la democracia como usted". Según Turnbull, tras la II Guerra Mundial no se puede hablar de la recuperación completa de las libertades en Europa hasta que no se producen dos acontecimientos: la democracia en España y la caída del muro de Berlín. "El heredero de una antigua dinastía se convirtió en el padre de una joven democracia", ha dicho Turnbull.

Los Reyes han podido ver en el Parlamento de Australia, como ya ocurrió en el de Nueva Zelanda, un protocolo inédito en España. Se realizan tres discursos. Uno, del jefe del Gobierno, otro del líder de la oposición y el tercero del jefe de Estado invitado. En un hecho que resulta insólito para la política española, los líderes de la oposición utilizan expresiones en sus discursos como "me uno al primer ministro en la felicitación" o "como bien ha expuesto ya el primer ministro". Minutos antes, la oposición atizaba de lo lindo al primer ministro en el hemiciclo contiguo, debido a un supuesto caso de corrupción, en una tormentosa sesión de control parlamentario.