CiU reclama protección para el pequeño comercio

"Pedid la condición de especie protegida. Así os hará caso el tripartito". Eso les ha sugerido el candidato de Convergència i Unió, Ramon Tremosa, esta mañana a una nutrida representación de botiguers, pequeños comerciantes autónomos, en el acto electoral que Convergència ha dedicado a uno de sus grupos de votantes más fieles. En un hotel situado justo donde empieza la calle de Sants, una de las principales vías comerciales de Barcelona, el economista liberal Ramon Tremosa ha asegurado que "existen razones de interés general para proteger el pequeño comercio". Y elevó este proteccionismo a una cuestión de país: "Si queremos seguir siendo una nación, esto pasa por proteger nuestro modelo comercial que nos ha configurado como tal".

Para lograrlo, Tremosa reclamó que la Generalitat adapte a la legislación catalana la directiva europea de servicios, conocida como Bolkenstein, como ya han hecho, aseguró, comunidades como el País Vasco o Madrid, donde se ha seguido una política de liberalización de horarios que ha provocado las quejas de algunos comerciantes. Y ha pedido que se adapte tratando de fomentar el pequeño comercio, cosa que no cree que hagan PSOE o PP. Ellos coinciden en un modelo "de barra libre. De desertizar las ciudades, destruir el pequeño comercio", ha asegurado.

Tremosa opinó que las grandes superficies "son muy eficientes, muy funcionales, pero muy frías". Tremosa ha recurrido a las imágenes de los pequeños comerciantes contra estas superficies, de David contra Goliat, para reconciliar su alabanza del botiguer con sus tesis liberalizadoras. En EE UU, gracias a su ley de la competencia, ha asegurado, "jueces de pueblo" lograron poner coto a los monopolios de Rockefeller o Hill Gates.