Joaquin Phoenix, ¿loco o más actor que nunca?

Las especulaciones en torno al curioso comportamiento que últimamente protagoniza Joaquin Phoenix se han visto acrecentadas tras un incidente protagonizado por el actor, que ahora es rapero, la madrugada del jueves en una discoteca de Miami Beach. Al ser interrumpido por un asistente, Phoenix se lanzó al público para confrontarlo, no sin antes agredirlo verbalmente desde el escenario.

Los guardias de seguridad tuvieron que intervenir en la disputa, curiosamente grabada por la cámara de Casey Affleck, el amigo y cuñado de Phoenix, que lo sigue para todos lados desde que decidió dejar el cine. Según ambos, Affleck está coleccionando imágenes para realizar un documental del cambio de trabajo de su amigo y su traslado del mundo del cine al del rap.

"Tenemos un hijo de puta en el público", anunció Phoenix según informa el Times en su página web. "Tengo un millón de dólares en mi maldita cuenta del banco. ¿Tú que tienes?" añadió, justo antes de lanzarse desde el escenario para enfrentarse mano a mano con el miembro de la audiencia.

Extraño comportamiento

No es la primera vez que Phoenix se comporta de una manera tan poco acorde con lo que solía ser el discreto actor de 34 años que estuvo dos veces nominado a los premios Oscar. En la última entrega de los galardones, de hecho, Ben Stiller lo imitó y logró sacar unas animadas risas del público, mayormente integrado por sus antiguos compañeros.

Y es que hay material para imitaciones: Sus últimas apariciones en televisión han sido casi tan estrambóticas como el incidente del jueves. El actor se ha dejado crecer una barba descuidada y no se quita nunca las gafas oscuras, con las que acudió, por ejemplo, al programa de David Letterman en febrero para hablar de su última película, Two Lovers.

Durante la entrevista, las respuestas monosilábicas de Phoenix y su constante falta de atención terminaron por tentar al propio presentador a burlarse de él abiertamente, lo que quedó en la memoria colectiva del público estadounidense.

Muchos medios se preguntan ahora, ¿se ha vuelto loco o está más cuerdo que nunca? Y es que sus actitudes y el hecho de que sean cubiertas en su totalidad por una cámara de vídeo hacen pensar que lo que está grabando no es un documental sobre su transición del cine al rap, sino, quizás, una elaborada película en la que se burla, él primero que todos, del comportamiento de algunas estrellas de cine.