"España debería estar orgullosa de sus jueces, no pedir disculpas"
Raji Sourani llegó al barrio de Al Daraj de Gaza el 22 de julio de 2002 15 minutos después de que Israel lanzara una bomba de una tonelada sobre una de las áreas más pobladas de Gaza para matar a un terrorista de Hamás, Salah Shenadeh, el mismo hombre, según Sourani, que tres días antes había conseguido un alto el fuego. "Por desgracia, llegué a tiempo para oler de cerca la muerte y ver cómo sacaban los cuerpos. Hasta 14". Son las 14 víctimas, la mayoría niños, por las que la Audiencia Nacional acaba de admitir a trámite una querella contra Israel por crímenes de guerra. Y Sourani, de 55 años, es el hombre que ha traído este caso a España y otros similares a Reino Unido, Suiza y Nueva Zelanda. Cree que la Justicia Universal es la única herramienta frente a "la ley de la selva" . Ha pasado seis años en la cárcel. Amnistía Internacional le consideró un "preso de conciencia".
Pregunta. ¿Qué pretendía Israel con aquella bomba sobre una de las zonas más pobladas de Gaza?
Respuesta. No fueron daños colaterales, no fue un error. Israel conocía el lugar, sabía que morirían muchos civiles, que muchos más resultarían heridos. Incluso discutieron sobre el peso de la bomba: no menos de una tonelada para garantizar la masacre. Sabían de antemano lo que pasaría y lo hicieron igual. Porque el sufrimiento y la sangre palestinas son muy baratas. Saben que cuentan con la inmunidad política. ¿Se imagina que un avión lanzara una bomba de una tonelada en el centro de Madrid para matar a un terrorista?
P. ¿Por qué ha acudido a la justicia española?
R. Frente a la ley de la selva, el derecho internacional, la Justicia Universal es mi única herramienta para defender a las víctimas de los crímenes de guerra. Tras agotar todas las posibilidades legales en Israel, no teníamos otra opción. Y pensamos que España es un estado fuerte con una justicia independiente.
P. ¿Se arrepiente? ¿Le ha decepcionado el Gobierno español?
R. Tony Blair pidió disculpas a Israel y también dijo que trataría de cambiar la ley cuando acudimos a la justicia del Reino Unido. Finalmente, se dictó una orden de busca y captura contra uno de los criminales de guerra y el propio gobierno británico le avisó una hora antes de que fueran a capturarle. Pero ni España ni el Reino Unido son Somalia. Son la democracia, países que se rigen por la ley, con una justicia independiente. No me esperaba la respuesta española, pero no puedo decir que me haya sorprendido mucho. Pienso que los políticos españoles deberían defender y enorgullecerse de la independencia de sus jueces, no disculparse. Europa debe defender sus valores, un estándar de moral que no sea selectivo. Los derechos humanos y el Estado de Derecho han de servir para cada vida humana, para la sangre y el sufrimiento de cualquiera, venga de donde venga. Si Europa nunca haría algo así, se avergonzaría de algo así, que no permita que otros lo hagan. La conspiración del silencio los convierte en cómplices del crimen.
P. La querella que ha admitido a trámite la Audiencia Nacional es por 14 civiles muertos en 2002. En la último mes han muerto más de un millar de civiles. ¿Se prepara Israel para muchas más querellas de este tipo por todo el mundo?
R. No me gusta hablar de lo que haremos en el futuro. Pero no vamos a olvidarnos todos los que han muerto ahora. Israel ha estado lanzando cada día bombas de una tonelada y media sobre áreas civiles. No vamos a olvidarnos de ninguna de esas familias. No vamos al olvidar a uno solo de esos niños que han muerto, o de los 1.500 mutilados. No buscaban a Hamás. Hamás no estaba en los hospitales, ni en las escuelas, ni en las calles que han sido bombardeadas No tenemos derecho a olvidarnos e esto. Tenemos mucho trabajo por delante.
P. ¿Por qué se hizo abogado en la franja de Gaza?
R. Me hice abogado porque me revolvía ver el terror al que estaba sometida tanta gente y porque además, lo sufrí en mi propia piel. Los israelíes me torturaron y ví como torturaban. Conocí el sufrimiento de los prisioneros y de sus familiares. Tomé conciencia del horror.
P. ¿Qué pretende un hombre que tortura a otro? ¿Qué querían de usted?
R. Lo que quieren de todos los palestinos, rompernos, que al final del día nos rindamos, que seamos buenas víctimas, y aceptemos la ocupación. Lo único que todo el poder que tiene Israel no puede conseguir. Ni con la tortura.
P. Israel le detuvo cinco de las seis veces que ha estado arrestado. ¿Por qué le odian los israelíes?
R. Creo que me odian porque he conseguido que se miren en el espejo y vean sus crímenes, las caras de sus víctimas, el sufrimiento enorme que han causado, los crímenes de guerra que comenten cada día.
P. La Autoridad Nacional Palestina le detuvo también una vez. ¿Por qué le odian muchos palestinos?
R. Fue sólo un día, pero fue la más amarga porque he dedicado mi vida a defender a los palestinos. Siempre hay alguien que prefiere que siga imperando la ley de la selva, y ser el emperador.
P. ¿Se considera usted neutral?
R. No. ¿Cómo podría ser neutral? Por definición no puedo serlo. Estoy del lado de los derechos humanos, contra sus violaciones, vengan de donde vengan, contra la ley de la selva.
P. ¿Está su vida amenazada?
R. Sí. Pero si pensara en ello, me paralizaría. Estoy aquí para defender a las víctimas y para eso hay que ser fuerte. No es un trabajo para intelectuales o románticos. Es un trabajo que hay que decidir hacerlo cueste lo que cueste. De momento no he tenido que pagar con mi vida, pero esto es pase lo que pase. Nunca me he arrepentido.
P. ¿Por qué quieren matarle los que le desean muerto?
R. La gente que me quiere muerto, la gente que desea sangre, es la misma que cometió esos crímenes que yo les he mostrado frente al espejo. Voy a emplear cada gota de mi sangre en defender a las víctimas, en acabar con esto. La ocupación acabará. Tiene que hacerlo y cuanto antes mejor. Israel se está hundiendo. Su moral se está hundiendo.
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