Prisión para el detenido por el doble crimen de Heaven
Uno de los dueños de la discoteca niega que exista "una guerra entre porteros"
El titular del juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, Baltasar Fernández, ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de Carlos Monge, el hombre detenido por matar a dos personas el pasado lunes en la discoteca Heaven. Sala Palace de Madrid. Tras tomar declaración al detenido, el juez ha constatado que existen indicios para acusarle de dos delitos de homicidio y otros dos de homicidio en grado de tentativa, así como un delito de tenencia ilícita de armas en el transcurso de los sucesos ocurridos en las inmediaciones del local.
Carlos M.H., de nacionalidad española y 36 años, tenía antecedentes por tenencia de armas, amenazas, lesiones y robo con fuerza, y está acusado de disparar contra varias personas durante la madrugada del pasado lunes, dos de las cuales murieron. Los fallecidos son Catalin Stefan Cracion, un rumano de 31 años que ejercía como portero en el local, y Alejandro Muñoz Rojas-Marcos, español de 24 años, quien ejercía como relaciones públicas de una discoteca cercana a Heaven, la Joy Eslava, y que intentó retener a Monge, alias El cuchillos, durante su huida.
El titular del juzgado de instrucción número 48 de Madrid, que ha decretado el ingreso en prisión del detenido, se ha inhibido en favor el juzgado 32, que a partir de ahora se encargará de la investigación del caso. La hipótesis de la Policía Nacional es que el tiroteo en las proximidades de la discoteca se debió a una pelea entre un clan búlgaro y la banda conocida como Los Miami, enfrentados por controlar la seguridad de los locales nocturnos de la capital.
"No hay guerra de porteros"
Uno de los dueños de Heaven, Alfondo, ha asegurado que "a los empresarios nadie" les "impone que tengan que tener una seguridad u otra", en relación a las supuestas mafias. El responsable de Heaven ha negado que exista "una guerra entre porteros" de diferentes círculos mafiosos, aunque esto "quede muy bien" en los medios. "Hay muchas discotecas en Madrid y muchos puestos de trabajo. El empresario es el que decide", ha insistido, y ha subrayado que la sesión que dirige "seguirá con la misma seguridad que hasta ahora".
Sobre lo sucedido en la discoteca, ha relatado que Carlos Monge llegó de la Joy Eslava y lo dejó entrar uno de los porteros que no lo reconoció. "Es una persona problemática y excesivamente agresiva. Cata le invitó a salir. Imagino que hubo un intercambio de palabras y no quiso abandonar la sala. Entonces, se puso a pegar disparos desde el abrigo que llevaba", ha narrado.
Según Alfonso, Monge no pertenecía a la banda de los Miami, surgida en la década de los 80 y ya extinguida. "Esto señor no era de seguridad. Tiene todo tipo de antecedentes policiales. No es ningún angelito. Nunca ha sido seguridad", ha apostillado, para cuestionar que el asesinato responda a "un ajuste de cuentas" porque "nadie iría a cara descubierta a enfrentarse sólo a una seguridad formada por ocho ó nueve personas. No hay ninguna guerra entre bandas", ha insistido.
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