La causa del asesinato de la familia de Jennifer Hudson fue un regalo
Un ataque de celos por uno de los presentes que recibió Julia Hudson por su cumpleaños detonó la matanza de su madre, hermano e hijo
Julia Hudson, hermana de la actriz y cantante estadounidense Jennifer Hudson, celebraba el pasado 23 de octubre su cumpleaños con una tarta y una pequeña fiesta en casa. A la mañana siguiente, según la policía, su ex marido, William Balfour, que había sido echado del hogar familiar en febrero, se acercó a la casa en la zona sur de Chicago en la que solía vivir junto a toda la familia Hudson para felicitar a la madre de su hijo, y allí vio un regalo que pensó que se lo había hecho otro hombre. Un ataque de celos provocado por el presente parece ser la causa que llevó a Balfour, de 27 años, a volver a la casa después de que Julia saliera pasadas a las ocho de la mañana para ir a trabajar, según cuenta la revista estadounidense People. Primero disparó sobre su suegra, Darnell Donerson, de 57 años, después a su cuñado, Jason Hudson, de 29, y luego sacó de la casa a Julian, el hijo de siete años de Julia Hudson, al que mataría poco después.
Es el argumento que ha presentado la acusación en el juicio que se sigue contra Balfour por el asesinato en primer grado de los tres familiares de Hudson y por allanamiento de morada. Joshua Kutnick, abogado de la defensa, sigue manteniendo la inocencia de su cliente, y justifica los cargos contra Balfour por la tormentosa relación que mantenía el matrimonio. "Estamos extremadamente confiados en que una vez que salgan todas las evidencias a la luz y nuestro vigoroso análisis las desmonten, William será declarado inocente", dijo Kutnick después de que Balfour fuese encarcelado sin posibilidad de salir bajo fianza de prisión.
Restos de pólvora en el coche
La prueba principal contra Balfour es el resto de pólvora que se encontró en su Chrysler verde tras su arresto, ya que demuestra que el acusado había utilizado un arma. La acusación, además, intenta demostrar la creciente tensión que existía entre Hudson y Balfour. De hecho, unas semanas antes del crimen, Balfour se había enfrentado con Julia en el trabajo de ésta. Le acusó de estar saliendo con otro hombre y amenazó a su familia si continuaba haciéndolo.
Balfour contó a los detectives del caso que la mañana del crimen múltiple fue a casa de su ex mujer, situada en el barrio de Englewood, en Chicago, en tren, usando una tarjeta de transporte público. Sin embargo, la fiscalía ha comprobado que la tarjeta citada no fue usada ese día y, además, Balfour no aparece en los vídeos de seguridad grabados en la estación correspondiente. En su lugar, hay registros de llamadas de su teléfono móvil que le sitúan cerca de la casa de los Hudson alrededor de las nueve de la mañana, que es la hora que la acusación maneja como hora del crimen, a pesar de que el acusado sostiene que salió de la casa de su ex mujer junto a ella en torno a las 8:10 de la mañana.
La fiscalía sostiene que después de cometer el crimen, Balfour se llevó de la zona su coche y después volvió a la casa para llevarse al pequeño Julian en el coche de su cuñado. Lo que todavía no se ha podido saber es la hora de la muerte del chaval, cuyo cuerpo fue encontrado tres días después en el asiento de atrás del coche aparcado a muchos kilómetros de la escena del crimen, pero la policía cree que Julian fue asesinado el mismo día que se cometieron los otros dos asesinatos.
Balfour ha estado bajo custodia policial desde el día del crimen. No es la primera vez que está en prisión, ya que cumplió una condena de siete años en 1999 -antes de conocer a su ex mujer Julia Hudson- por intento de asesinato y secuestro de vehículo.
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