El Gobierno mexicano descarta por ahora que el accidente aéreo haya sido un atentado
La avioneta donde viajaba Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación y 'hombre fuerte' del presidente Felipe Calderón se precipitó sobre la ciudad de México.- Son 13 los fallecidos, entre los que se encuentra también el máximo responsable de la lucha contra el narcotráfico
El Gobierno mexicano ha dicho esta mañana que, por ahora, no hay indicios que el accidente aéreo en el que murió el secretario de Gobernación y otras 12 personas, entre ellas el máximo jefe en la lucha contra el narcotráfico, se haya tratado de un atentado. La muerte de Juan Camilo Mouriño, de 37 años nacido en Madrid de padre español y madre mexicana, ha conmocionado a todo México.
Mouriño volvía de San Luis de Potosí acompañado de sus más cercanos colaboradores cuando la avioneta en la que viajaban, una Learjet 47, se estrelló por motivos que se desconocen en el centro de la ciudad de México. "No se han detectado indicios que permitan formular hipótesis diferentes a la de un accidente, pero se investigará hasta agotar todas las posibilidades", ha dicho el ministro de Transportes y Comunicaciones, Luis Tellez.
"La operación se realizaba normalmente dentro de los parámetros para el aterrizaje en la pista 05 del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México", ha explicado. "En ningún momento se tuvo comunicación con el piloto de que existía algún problema con la aeronave, ni tampoco había mal clima". El tráfico aéreo en esa zona, utilizada por los aviones cuando cuando van a aterrizar en el aeropuerto de la Ciudad de México, está interrumpido.
El ministro Tellez ha informado que para fortalecer la invetigación, "que podría tomar días, sino es que semanas", han llegado hoy a la capital mexicana peritos estadounidenses y británicos.
El hombre fuerte de Calderón
Eran las 18.45 de la tarde -siete horas más en España-. Una columna de fuego subió desde el paseo de la Reforma y se hizo visible desde muchos lugares del Distrito Federal. Enseguida se supo que las nueve personas que viajaban a bordo habían fallecido, y que entre ellas estaba Juan Camilo Mouriño, sin duda el hombre fuerte del Gobierno de Felipe Calderón e hijo del dueño del Celta de Vigo. Los otros fallecidos son transeúntes que pasaban por la zona.
La población se había arremolinado alrededor de los televisores encendidos en supermercados y paradas de taxi, y el Gobierno no tardó en confirmar que, junto a Juan Camilo Mouriño, viajaba otro de los principales baluartes de la lucha contra el narcotráfico, José Luis Santiago Vasconcelos.
Inicialmente, varios funcionarios del Gobierno quisieron enviar un mensaje de tranquilidad y descartar la posibilidad de un atentado. Pero existen las sospechas. El accidente se produce en un momento crítico de la vida del país. La respuesta del narcotráfico a la decisión gubernamental de combatirlo en todos sus frentes está provocando una sangría diaria. Ya son más de 4.200 las personas asesinadas en lo que va de año. Y Juan Camilo Mouriño, como segunda personalidad política del país, era uno de los rostros visibles de la apuesta del gobierno de Calderón por combatir sin tregua al crimen organizado.
El ministro de Gobernación -economista de profesión, casado y padre de tres hijos- fue uno de los artífices de la campaña presidencial de Calderón y, durante el primer año del sexenio, dirigió su gabinete. En ese grupo de íntimos de Calderón también figuraba el diplomático Miguel Monterrubio, otro de los fallecidos en el accidente de ayer, en la actualidad portavoz de la secretaría de Gobernación. Por su parte, José Luis Santiago Vasconcelos fue durante 20 años el azote de los barones de la droga. Fue el artífice de la extradición a Estados Unidos de un buen número de capos. En la actualidad era el encargado de la reforma penal que tiene en marcha el Gobierno de Calderón para, precisamente, poner contra las cuerdas al narco.
Felipe Calderón se enteró de la noticia en Guadalajara, en el Estado de Jalisco, donde se encontraba de visita oficial. Las personas que estaban presentes en el momento en que una colaboradora le comunicó la muerte de su amigo contaron en televisión que el presidente se paró y se llevó las manos a la cara. Nada más regresar a México, Calderón -con corbata negra y un gesto de gran aflicción- compareció en el hangar presidencial del aeropuerto para rendir homenaje a los fallecidos y enviar un mensaje a la nación: "Los hijos de Juan Camilo deben saber que su padre trabajó hasta el último momento por heredarles un mejor país y un buen nombre. El Gobierno federal realizará todas las investigaciones necesarias para averiguar a fondo las causas que originaron esta tragedia. A los mexicanos les pido que, además de sus plegarias, recuerden a Juan Camilo como un mexicano joven y comprometido, honesto, inteligente, que le aportó a México una gran entrega para transformar a nuestro país. También pido a todos los mexicanos que ningún acontecimiento, por doloroso o difícil que sea, como por supuesto lo es éste, nos haga desfallecer en nuestro anhelo de tener un México mejor".
El Ejército mexicano rodeó el aeropuerto de San Luis de Potosí, de donde había despegado la avioneta que se estrelló, para investigar las causas del accidente. Además de los ocho fallecidos -los tres miembros de la tripulación, los tres altos cargos y dos colaboradores-, resultaron heridas más de 40 personas entre transeúntes y automovilistas.
Zapatero expresa "el dolor de España" por la muerte de Mouriño
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado hoy el "dolor" de España por la muerte de Juan Camilo Mouriño, hijo del presidente del club español de fútbol Celta de Vigo. Al ser consultado en rueda de prensa, Rodríguez Zapatero ha dicho que la muerte de Mouriño es "un duro golpe" porque era "un colaborador y un amigo de España", y ha expresado su intención de trasladar el pésame directamente al presidente de México, Felipe Calderón.
Rodríguez Zapatero ha transmitido además el respaldo "absoluto y pleno" de España a la lucha contra el crimen organizado emprendida por las autoridades mexicanas.
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