La CIA trabaja para validar el vídeo del grupo talibán que quería volar el metro de Barcelona
En las imágenes, un portavoz de una banda aliada de Al Qaeda reivindicaba el ataque frustrado en enero
Agentes de la CIA y el FBI trabajan en Pakistán en validar la autenticidad de un vídeo hecho público hace varias semanas en el que Maulvi Omar, portavoz del grupo islamista Tehrik e Taliban (TTP), fiel aliado de Al Qaeda, reivindica el ataque frustrado el pasado mes de enero contra el metro de Barcelona por un grupo de presuntos yihadistas paquistaníes. En la validación del documento trabaja también el ISI, servicio de información paquistaní, según señalan a EL PAIS fuentes de la investigación.
Validar la autenticidad de este documento es imprescindible para que se pueda unir a la causa abierta en la Audiencia Nacional contra los 11 presuntos islamistas, 10 de ellos detenidos en el barrio barcelonés del Raval, procesados por terrorismo por el juez Ismael Moreno. El magistrado aseguró en su auto que este grupo de ciudadanos paquistaníes pretendían reventar el metro de Barcelona el pasado 18 y 20 de enero.
El fiscal Vicente González Mota pedirá en los próximos días que se incorpore el vídeo a la causa. "La validación de está haciendo con estos servicios amigos y si se confirma su autenticidad será determinante en el juicio", asegura uno de los responsables de la investigación.
En la cinta se pregunta al portavoz talibán si su grupo puede llevar a cabo ataques en occidente y responde así: "El de Barcelona fue conducido por 12 de nuestros hombres... Estaban comprometidos con Baitulá Mehsud". Mehsud es el emir tribal paquistaní del TTP y el Gobierno de Pakistán le atribuye el asesinato de Benazir Bhutto. Su grupo, con más de 30.000 hombres tiene sus bases en Waziristán oriental y occidental, una región montañosa del noroeste de Pakistán que linda con Afganistán y tiene una superficie de 11.585 metros cuadrados, un terreno de nadie que nunca ha estado bajo control de la administración paquistaní.
La detención de esta célula se logró gracias a que uno de los presuntos suicidas era confidente de los servicios secretos franceses y días antes del ataque reveló las intenciones del grupo. La declaración del confidente a la Guardia Civil y posteriormente al juez Moreno asegura que la célula planeaba tres ataques en España y otros en Francia, Portugal y Alemania.
Según su relato querían atacar el metro de Barcelona para vengar la presencia de tropas españolas en Afganistán y porque "si atacamos el metros los servicios de urgencia no pueden llegar". "Nuestra preferencia son los transportes públicos, especialmente el metro", confesó uno de los detenidos al confidente. ¿Llevaremos chalecos de explosivos'", le preguntó el confidente. "El artefacto lo cargaremos en una mochila; una tercera persona lo detonará con un mando a distancia. Sólo la cúpula sabe qué peticiones hará el emir tras el primer ataque, pero si no se cumplen, habrá un segundo ataque y un tercero más en España", contestó al infiltrado uno de los jefes de la célula.
La Guardia Civil intervino a los detenidos material para fabricar bombas, pero no se encontró el explosivo que presuntamente iban a emplear. La investigación sigue abierta y se siguen nuevas pistas en Italia y Portugal, países en los que los presuntos suicidas tenían contactos.
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