Miwa recupera a sus hijos
Llega a Madrid la familia del congoleño que quedó tetrapléjico por una brutal agresión racista
Miwa Buene Monake lleva 19 meses postrado en una silla de ruedas como consecuencia de una agresión, presuntamente racista. Hoy, por fin, va a recibir una alegría: tener a su familia por fin en Madrid. Gracias al reagrupamiento familiar que la ley de Extranjería contempla para este tipo de casos, los dos hijos y la hermana del ciudadano congoleño, que quedó tetrapléjico tras sufrir un golpe en la columna en Alcalá de Henares el 10 de febrero de 2007, han llegado a Madrid desde la República del Congo. No le ven desde hace siete años.
Monake estuvo 17 días en coma después de ser atacado por la espalda por un joven de estética nazi, hechos que están bajo investigación judicial y en relación con los cuales un sospechoso se encuentra en prisión a la espera de juicio. Se trata de Roberto Alonso de la Varga. El auto judicial señala que "existen indicios racionales de criminalidad contra el imputado". Se basa en las declaraciones de dos testigos de la agresión, que recogen que Roberto discutió el 10 de febrero con Miwa en la calle Río Tajuña de Alcalá. Uno de los testigos manifestó que vio cómo Roberto golpeó a Miwa, lo que ha sido determinante en la resolución judicial. Miwa recibió un fuerte golpe en la nuca que le provocó una lesión medular que le ha dejado tetrapléjico.
La mujer de Miwa, Mirelle Nyenewile, ha ido a recoger al aeropuerto de Barajas a sus hijos, Doris, de 13 años, y Tafarel, de 10, acompañada del presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, cuya organización ha gestionado la reagrupación familiar, que será indefinida.
El emotivo y esperado encuentro de Monake con sus allegados se producirá hoy mismo en el Hospital Gregorio Marañón, donde se encuentra ingresado por una infección de los riñones desde el pasado lunes. Nyenewile ha explicado a los medios en Barajas que está contenta porque, por primera vez desde que ocurrió la agresión, va a poder compartir su dolor con los suyos, pero no está feliz, no puede estar feliz, porque al mismo tiempo es "el momento más difícil" de su vida. Además, todavía tiene que luchar por el juicio. La congoleña ha abandonado el aeropuerto sonriente, después de recibir a sus hijos y abrazarlos entre lágrimas.
Esteban Ibarra ha recordado que la instrucción del caso ha sido "lamentable" porque la Fiscalía tardó siete meses en solicitar la prisión provisional del presunto agresor. Ibarra ha agradecido a Air France la financiación del viaje de los pequeños y a la Delegación del Gobierno en Madrid la autorización, pero se ha quejado del retraso del Consulado español en Kinshasa a la hora de conseguir los visados, ya que ha tardado ocho meses. Movimiento contra la Intolerancia también ha conseguido un contrato de trabajo en España como empleada de hogar para Mónica, la hermana de Monake.
Monake, que mide 1,80 metros y pesa ahora unos 50 kilos, vive alojado en el Centro Nacional de Parapléjicos de Toledo. Residía con su esposa en Alcalá y llevaba en España desde el año 2000. Había estudiado la carrera de Económicas y trabajaba de traductor como apoyo a otros inmigrantes.
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