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Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

El sol y son

Comentarios

Paco; Te invito ahora a que visites Miami y veas lo que es capaz de crear el cubano cuando tiene libertad. Miami era una pequeña ciudad muy pueblerina y gracias a los cubanos que llegamos sin un duro pero con muchas ganas de echar para adelante y progresar, hoy en día Miami es la Capital de las Américas, una ciudad muy importante y esos cubanos que sus padres tuvieron que trabajar muy duro en factorías, etc., llegaron a graduarse de grande universidades y hoy son los alcaldes de Miami, el Condado y ciudades aledañas, además de comisionados, senadores, congresistas, tuvimos como presidente de la Coca Cola mundialmente a un cubano hasta que falleció y fue quien mas alto puso, llevándola China, etc. y nos hemos destacado en todos los campos. Que no haríamos en una Cuba libre y democrática.Un abrazo,José Ramón
Eso siempre pasa Paco, las cosas regentadas por el estado no funcionan muy bien, lo importante es que descubriste un buen lugar para comer ropa vieja. Lo de los artistas es cosa común en Cuba dondequiera encontrarás buenos trovadores que improvisan su música con cualquier instrumento, cajón, güiro o tambor. Me alegro hayas salido ya de Cuba, en estos momentos te escribo desde Miami y el huracán Ike azota la parte oriental de la Isla y amenaza atravesarla por el medio; aquí se sienten algunos vientos a ráfagas pero nada importante. Pobre gente. Sigue contándonos tu interesante viaje. Saludos.
Hola Paco;Te deseo un buen viaje de regreso. Gracias por tu opinión sobre lo que te pregunte. Es interesante conocer tu respuesta ante un tema del que no se habla. Espero seguir deleitándome con tus viajes.Un abrazo,José Ramón
¡Qué bueno Paco! Me alegra que ya estés de vuelta (sobre todo por el tema del clima en Cuba). Esperamos ansiosos tus relatos.¡¡A ver cuándo nos visitás a nosotros!!¡Salute desde la Argentina!
Si, ese se lama Estela y también es muy recomendable. Solo abren a partir de las siete de la tarde.
Yo comí también en un paladar de Trinidad, pero uno más oculto, subiendo la montaña que lleva a la Iglesia abandonada. La calle estaba sin asfaltar, la casa era muy muy humilde, casi parecía que estábamos en una especie de suburbio. Pero, tras la casa más pobre, aparecía el patio más cuidado, y unas langostas con guarnición por 8 pesos convertibles (unos 5 euros). Impresionante.

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