México estudiará que los españoles puedan votar en las elecciones
El derecho exige una reforma en la Constitución mexicana.- De la Vega asegura a Calderón que ningún inmigrante iberoamericano estará afectado por la directiva europea de retorno
Los mexicanos, al igual que otros extranjeros con permiso de residencia, podrán votar en las elecciones municipales, según los planes del Gobierno. Así se lo explicó este martes la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, al presidente del México, el conservador Felipe Calderón, en la capital azteca. Y éste, dijo De la Vega, se comprometió a estudiarlo, ya que México necesita modificar su constitución para cumplir el principio de reciprocidad que exige la iniciativa española y que los españoles puedan votar en México. La número 2 del Gobierno conversó durante hora y media con Calderón y le explicó que ningún inmigrante iberoamericano estará afectado por la directiva europea de retorno.
México, primera escala en el cuarto viaje que la vicepresidenta realiza por cuatro países iberoamericanos estos días, tiene unas relaciones con España que la número 2 del Gobierno considera como "prioritarias, privilegiadas e históricas". España tiene gran peso económico en el gigante norteamericano: es el segundo país inversor aquí después de Estados Unidos (ha invertido 27.000 millones de dólares entre 2000 y 2007) y el número uno de la UE. Está presente en el sector financiero (por ejemplo, el BBVA controla el 80% de los depósitos en efectivo, después de comprar Bancomer), telecomunicaciones (Telefónica es el segundo operador de telefonía), turismo (es el líder en inversión con un 68% del total el año pasado, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, y hay 21 cadenas hoteleras españolas establecidas en terreno mexicano tras la gran explosión turística de la Riviera Maya), infraestructuras y energía.
Unas inversiones que no se verán afectadas, dijo la mandataria a preguntas de un periodista mexicano en la rueda de prensa posterior, por la ofensiva de México contra el narcotráfico y el crimen organizado, que se ha cobrado en los primeros meses del año 6.000 vidas en tres años. Porque ya que México ha apoyado a España contra el terrorismo, España apoya la cruzada de Calderón. "No hay mayor garantía para la libertad de los ciudadanos que la seguridad", proclamó ayer la vicepresidenta, quien saludó "el coraje" del dirigente mexicano, y anunció que se reforzará la colaboración que ya mantiene España en términos judiciales y de formación de policías en herramientas para combatir el crimen organizado. Además, España servirá de consejera para impulsar los juicios orales, que suponen más garantías, en la reforma de las leyes penales que planea el país.
En la entrevista, tal y como relató la vicepresidenta en una conferencia de prensa, hubo más apoyos españoles a otras reformas en la agenda del presidente: la del sector energético, que supondrá el fin del monopolio estatal, y la de inversión extranjera, para que empresarios no mexicanos puedan intervenir en telecomunicaciones o en medios de comunicación, un tema ahora fuertemente limitado. "España está estudiando introducir el principio de reciprocidad en estos temas", advirtió la vicepresidenta, quien el día anterior se había reunido con representantes de las más importantes empresas españolas radicadas en México. Los empresarios habían señalado su compromiso de permanencia en el país pero también pidieron a la numero 2 del Ejecutivo español que trasladase a Calderón el deseo de que los trámites en la concesión de adjudicaciones para infraestructuras, en cuyos concursos están presentes empresas españolas se agilicen. El presidente le aseguró que la mejora en la eficiencia forma parte del conjunto de reformas previstas en su mandato.
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