La violencia y la crisis centran los discursos de Ibarretxe y Uriarte en la basílica de Azpeitia

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, han coincidido hoy al referirse ambos a la violencia de ETA y a la crisis económica como las mayores preocupaciones a las que se enfrenta la sociedad vasca. Ibarretxe, quien ha asistido a la tradicional eucaristía que el prelado donostiarra oficia cada año en la basílica de Loiola de Azpeitia con motivo de la festividad de San Ignacio, ha afirmado que tanto él como su Gobierno están "ilusionados" con la posibilidad de "seguir liderando" Euskadi para "lograr más autogobierno, para tratar de alcanzar la paz y hacer frente a la crisis económica" que, según ha dicho, son sus "prioridades". "Queremos más autogobierno para vivir mejor", ha dicho.

El mandatario vasco ha aludido además a la Ley de Consulta aprobada por el Parlamento vasco y ha afirmado que "preguntar a la sociedad es precisamente una forma de dar la palabra al pueblo y quitarle el protagonismo político a ETA", aunque para ello es necesario, según ha dicho, "más autogobierno político y socioeconómco". El lehendakari ha hecho estas declaraciones a los periodistas después de ser recibido por la corporación municipal frente al ayuntamiento y antes de participar en una breve procesión de autoridades hacia el templo de Loiola.

Gritos a favor de los presos

El alcalde de Azpeitia, Iñaki Errazkin, de ANV, ha sido el encargado dar la bienvenida a Ibarretxe en el pórtico del consistorio, donde también se encontraban el resto de ediles de este grupo municipal, quienes vestían camisetas con el lema en euskera Marco democrático ya, no al fraude. Además de Ibarretxe y su esposa, en la comitiva que se ha dirigido a continuación a la basílica se encontraban las consejeras del Gobierno Vasco Miren Azkarate y Nuria López de Gereñu; la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero; y el diputado general de este territorio, Markel Olano, junto a otros miembros del ejecutivo foral.

La procesión de autoridades, encabezada por Ibarretxe, ha accedido al santuario de Loiola flanqueada por varios cientos de familiares de presos de ETA que, provistos de carteles y profiriendo gritos de "los presos vascos a casa", han seguido la comitiva hasta que agentes de la Ertzaintza les han impedido ir más allá de la escalinata del templo, sin que se produjeran mayores incidentes.

Una vez en el interior de la basílica, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha dirigido una homilía a los fieles en la que ha mostrado su preocupación por la persistencia de ETA y el retraso de la paz, al tiempo que ha lamentado la "sospecha" a la que ha sido sometido el diálogo, que ha definido como "instrumento imprescindible" para solucionar los problemas. "Los cristianos no podemos renunciar a su defensa tenaz y ardiente, bien cultivándolo, bien preparando las condiciones para que pueda ser efectivo", ha agregado. Uriarte ha pedido además que no se olvide a las personas más débiles de nuestra sociedad en este momento de dificultad económica.

Ibarretxe: "Para alcanzar la paz queremos más autogobierno"