El fiscal acusa a Losantos de confundir la libertad de expresión con el "derecho a insultar"

El juicio contra el locutor de la cadena Cope Federico Jiménez Losantos por un presunto delito de injurias graves contra el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha quedado visto para sentencia. En la segunda sesión, la Sala ha escuchado durante cuatro horas las cintas presentadas como pruebas por la acusación y la defensa. En su conclusión, el fiscal ha acusado a Losantos de confundir la libertad de expresión con el "derecho a insultar" y ha pedido una multa de 72.000 euros para el locutor.

Gallardón ha presentado como pruebas diversas grabaciones del programa La Mañana, dirigido por Losantos, en las que el locutor decía que al alcalde le daban igual los muertos del 11-M "con tal de llegar al poder" y le calificaba como "traidor, siniestro, bandido, mentiroso y lacayo del Gobierno".

Tras practicar la prueba documental, el Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid ha escuchado las últimas exposiciones del fiscal, la acusación y la defensa. El fiscal, Alfonso San Román, ha acusado a Losantos de confundir el "derecho a la libertad de expresión" con el "derecho a insultar". San Román ha considerado probado el "ánimo de injuriar" y "ofender el honor" por parte del locutor, para el que ha pedido una multa de 72.000 euros.

Alegatos de Gallardón y Losantos

El abogado de Gallardón, Luis Rodríguez Ramos, ha sostenido que Losantos cometió "muchos delitos de injurias a lo largo de casi cinco meses", atacando "sin justificación" el honor del alcalde, por lo que ha pedido que la multa se eleve a 168.000 euros. Gallardón anunció que, si la sentencia le es favorable, donaría el dinero a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). La acusación, igual que el fiscal, ha destacado que algunos testigos de la defensa, como los populares Esperanza Aguirre, Angel Acebes o Eduardo Zaplana, admitieron que Gallardón nunca había pronunciado las expresiones que le atribuía Losantos.

La última en intervenir en las conclusiones ha sido la abogada del locutor, Cristina Peña, quien ha enmarcado las expresiones de Losantos "en el tono satírico que siempre ha caracterizado su programa". Peña ha pedido la libre absolución de su cliente porque actuó amparado bajo "el derecho a la crítica" y no "con desprecio a la verdad".

Para su defensa, el locutor de la Cope había presentado varias grabaciones en las que tertulianos de su programa, como el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, o el ex director de La Razón José Alejandro Vara, apoyaban sus tesis. También ha presentado fragmentos de entrevistas con el ex presidente de gobierno, José María Aznar, o el ex presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz.

Sin respaldo de la plana mayor del PP

El primer día de juicio, el pasado 28 de mayo, el periodista sustentó su defensa en intentar demostrar que el regidor se desmarcó de la línea oficial seguida por el Partido Popular en la investigación del 11-M, lo que motivó que en sus intervenciones dentro del programa que dirige buscara "justicia para las víctimas del 11-M".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el secretario general del PP, Ángel Acebes, y el ex portavoz parlamentario Eduardo Zaplana acudieron como testigos de Losantos. Sin embargo, ninguno de ellos respaldó la tesis del locutor, quien, al concluir la vista, aseguró esta había sido "un ejercicio de manipulación y de cara dura total, cuando un señor ha dicho lo que ha dicho durante dos años y le han contestado los de su partidos por llevar una línea contraria. Y ahora, uno no dijo nada y los otros no oyeron nada".

En su declaración, Losantos dijo tener "la convicción moral de que Gallardón quería que se investigara lo justo". También defendió que sus expresiones, "sacadas de contexto", se enmarcaban en su "ánimo informativo". "Hoy sabemos menos (sobre el 11-M)", sentenció el periodista, lo que le valió una llamada de atención por parte del tribunal al "no ser objeto del procedimiento".

Por su parte, el alcalde madrileño afirmó que las acusaciones de "intentar tapar y de que no se juzgase a los responsables del 11-M" eran "lo más grave, injurioso y ofensivo" de todo lo que en su vida política se ha dicho contra él. "Me sentí profundamente ofendido e injuriado", declaró Gallardón.