El primer día en el que ETA asesinó
Hace 40 años, el etarra 'Txabi' mató al guardia civil José Ángel Pardines en su primer asesinato no planificado
La Avenida Txabi eta Joseba Etxebarrieta ("eta" significa "y" en euskera) se encuentra en el municipio vizcaíno de Leioa. La semana pasada, el PP denunciaba que el alcalde (PNV) obstaculiza una moción para cambiar el nombre a la avenida situada entre el Parque de Ondiz y la Avenida Iparraguirre. El motivo de la moción: los hermanos Etxebarrieta fueron etarras. Hace 40 años, un viernes 7 de junio, a unos 112 kilómetros de la avenida, en el término guipuzcoano de Villabona, Txabi (Javier Etxebarrieta) mataba a José Ángel Pardines Arcay en el considerado el primer asesinato de ETA en su trágica historia.
Fue ese el primer asesinato no planificado de la banda (El terrorismo en España, Alejandro Muñoz Alonso). El 2 de agosto, ETA acababa en Irún con la vida del policía franquista Melitón Manzanas en un atentado premeditado. No obstante, el 28 de junio de 1960, una niña, Beatriz Urroz, moría a causa de una bomba colocada en las vías férreas de San Sebastián. Nadie reivindicó el atentado y nunca se ha podido demostrar que fuera obra de la banda armada un año después de su nacimiento.
"Para nadie es un secreto que difícilmente saldremos del 68 sin ningún muerto". Son las palabras del etarra Txabi, de 22 años, que recoge la web de la Guardia Civil en el primer registro de la sección que dedica a los agentes asesinados por la banda. Pardines Arcay, coruñes de 25 años natural de Malpica, trabajaba ese 7 de junio de 1968 como guardia civil de Tráfico del Destacamento de San Sebastián en unas obras de la Nacional I (Madrid-Irún) a su paso por Villabona. Por ahí precisamente circulaban en un SEAT 850 coupé (foto) Txabi y su compañero en la banda, Iñaki Sarasketa. El agente, tercera generación de una familia de guardias civiles, echó el alto al vehículo para solicitar la documentación. Una bala en la cabeza procedente del arma de Txabi inició entonces la crónica del primer asesinato de ETA.
La lucha armada contra Franco
El año 1968, que pasaría a la historia por el mayo parisino, fue el de la apuesta clara por la "lucha armada" de la banda contra la represión franquista; fue también el año en el que se anunció la construcción de la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya), objeto más tarde de la violencia etarra; y el año en el que el asesinato de Manzanas hacía pensar que los atentados se limitaban a una fuerzas de seguridad muy identificadas con el régimen. El balance de la lucha contra ETA en 1968 fue de 434 detenidos, 189 encarcelados, 75 deportados y 38 exiliados.
El etarra Txabi, fuera del coche tras el primer balazo en la cabeza acertó a rematar a Pardines Arcay de cuatro tiros en el pecho. Ante el ruido de los disparos, un camionero que conducía por la misma vía intentó reducir a Txabi, pero el arma de Sarasketa le convenció de lo contrario y propició una huida que iba a durar poco. Según el relato de la Guardia Civil, los dos etarras fueron perseguidos hasta Benta Haundi (cerca de Tolosa). Allí, el enfrentamiento con los agentes del Instituto Armado, hirieron de gravedad a Txabi, que más tarde falleció en el hospital. Sarasketa fue detenido al día siguiente tras lograr huir.
Los diarios del 8 de junio no lograron ilustrar con imágenes (Fotografía y muerte: representación gráfica de los atentados de ETA (1968-1997), Nekane Parejo Jiménez) lo que para muchos fue un asesinato de "bandidos" o "salvajes" (ABC). Pardines Arcay fue el primer guardia civil asesinado por ETA. El último, de los 204 agentes que ha matado la banda (823 muertes en total), también ha sido la última víctima mortal de ETA: Juan Manuel Piñuel.
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