Con el PSOE, ni al baño

Casi seis horas después de reanudada la sesión para la investidura del Presidente del Gobierno, el candidato, José Luis Rodríguez Zapatero ha salido de improviso al pasillo del hemiciclo. La palabra era para Josu Erkoreka (PNV), aunque José Bono, el presidente del Congreso, le ha solicitado que no tuviera mucha prisa en tomarla. El líder de los socialistas, diez minutos antes de las 22.00 de la noche ha enfilado escaleras hacia su despacho para -no lo ha confirmado, claro- ir al servicio por primera vez durante la tarde. Porque necesidades también tienen los políticos.

Ha sido tal la escasa presencia de los diputados socialistas en pasillos y escaleras de la Cámara Baja que incluso el 'momento servicio' de Zapatero ha pasado desapercibido para la prensa. No para algunos gráficos. Tanto es así que el presidente en funciones, a su regreso, no ha sido frenado como es habitual por los periodistas sino por un grupo de asistentes al hemiciclo con los que ha hablado de Canarias y que han "garantizado" al jefe del Ejecutivo buenas vacaciones en Lanzarote.

No hay mucho más rescatable de la tarde en el lado del pasillo de los socialistas. Aunque hasta en eso, las cosas han cambiado. El PP, que suele ocupar el fondo del pasillo se ha venido más al centro - ¿simbología? Los pocos diputados del PSOE que se han dejado ver fuera de su bancada no eran hoy el reclamo.

Ramón Jáuregui, uno de los que estrenaba cargo como secretario general del Grupo Socialista, lejos del 'curro' que se ha pegado su homólogo en la bancada 'popular', ha pedido -con mucha educación- demorar ese ejercicio tan sano que es 'hacer pasillo' entre periodista y político. Y de los primeros en salir finalizado el intercambio entre Zapatero y Rajoy, uno de los hombres de confianza del presidente ha señalado que el líder del PP había estado "flojo", algo que seguro, ha añadido, había contentado a Esperanza Aguirre.

Aguirre de nuevo, y es que, aunque sea poco habitual, piezas de caza mayor en otros momentos, Juan Fernando López Aguilar y Trinidad Jiménez, se han dado el lujo de darse una vuelta por el pasillo, echar una mirada a los periodistas a la puerta del hemiciclo y entrar sin impedimento alguno. Tal era la relajación que hasta uno de los diputados socialista revelación la legislatura anterior ha reconocido, bien avanzada la tarde y ya en la calle, que ellos tienen "poco que hacer" en la sesión y que, por tanto, no estaban muy fatigados. Pero haberlos haylos.