Las calientes confesiones de Madonna

Madonna sabe cómo vender discos. Pese a que su relajada vida familiar le impide ser la antaño provocadora ambición rubia, una declaración llamativa aquí, un baile picantón allá, la colocan en la portada de las revistas día tras otro, a la espera de que salga su último disco, Hard candy, este mismo mes. La última perla la ha soltado en una entrevista concedida a la edición británica de la revista Elle: "El sexo con Guy (su marido) es increíble", ha dicho, al ser preguntada sobre el tema de su último álbum Incredible. No sólo no hay crisis, como se aventuraban a anunciar algunas publicaciones del corazón, sino que la pareja tiene una vida marital plena. Al poco, las webs del mundo se hacían eco de la noticia. Objetivo cumplido para la cantante.

En la entrevista con Elle, Madonna no niega que su relación con el director británico es tormentosa: "Yo me tenía que casar con alguien que suponga un reto porque, de otro modo, me aburriría. Y Guy puede ser muchas cosas, pero no es aburrido", dice. En otro momento de la conversación, cuando es preguntada por su edad, suelta otra frasecita: "No voy a definirme por la edad. No voy a abandonarme, quedarme en casa y engordar. Ni en broma. ¡Nunca seré una gorda!". Y ya hay otro titular posible: "Madonna: "¡Nunca seré una gorda!".

Éstas no han sido las únicas declaraciones destacadas por la prensa, los últimos días. Esta misma semana, las revistas hablaban de la defensa de la cantante a su antaño heredera, Britney Spears. En una entrevista con Vanity Fair, Madonna acusaba a la sociedad estadounidense de "infligirle crueldad".

Pocos días antes, el tema era que le encanta hacer fitness y "sudar" con el último disco de Britney. Y la semana anterior, la inyección de vitaminas que ella misma había puesto a Justin Timberlake en el trasero, durante la grabación del disco

La fama de Madonna crece cada vez que abre la boca (lalistaWIP)