Madonna y Leonard Cohen, al Salón de la Fama del Rock

Veintiséis años después del lanzamiento de su primer sencillo y más de 200 millones de álbumes vendidos mundialmente, Madonna ya tiene un castillo donde pavonearse de un título que nadie ha logrado arrebatarle en un cuarto de siglo: el de la reina del Pop. Esta madrugada (hora española) ha entrado al Salón de la Fama del Rock and Roll. "Me siento poseída por algún tipo de magia", ha dicho la cantante en la ceremonia. "He hecho tantas cosas en mi vida, desde escribir libros para niños, diseñar ropa y dirigir películas, pero siempre termino y terminaré regresando a la música".

La ceremonia también incluyó la entrada del cantautor canadiense Leonard Cohen, el rockero John Mellencamp, el grupo británico The Dave Clark Five y los Ventures. Los cinco artistas han sido elegidos por 600 profesionales de la música que este año han dejado fuera a Donna Summer, Chic y los raperos Afrika Bambaataa y los Beastie Boys.

"No es que hayan vendido 100 millones de discos", dice sobre los elegidos Joel Peresman, el presidente de la fundación, "sino que han hecho una contribución importante al Rock".

Los requisitos para que un artista sea elegible para el museo son dos. El primero es que hayan pasado 25 años del lanzamiento de su primer sencillo o álbum; el segundo, que sean apadrinados en su ingreso.

Madonna, de 49 años, debutó en la industria en el año de 1983 con un álbum homónimo, que con los sencillos Holiday, Borderline, y Lucky Star comenzó a trazar una exitosa carrera en la industria. La cantante, actriz y directora de cine, ha acudido a la ceremonia, donde ha sido apadrinada por Justin Timberlake. El sobreviviente del rock, Iggy Pop, ha actuado en su nombre.

Leonard Cohen, probablemente el más literario de los cantautores (publicó cuatro libros de poemas y dos novelas antes de cantar), el músico para músicos, ha sido elegido por ser "un icono del folk rock en el movimiento de los cantautores". Sus letras de amor y sexo, de fe y traición le han conseguido miles de seguidores, muchos de esos admiradores. Le apadrina Lou Reed, el cantante irlandés Demian Rice ha cantado en su nombre. "Esta es una ocasión poco común para mí" ha dicho el cantante de Suzanne, "es una distinción a la cuál nunca me atreví a soñar".

La ceremonia ha sido agridulce para The Dave Clarks Five debido a la ausencia de dos de sus integrantes. Denis Payton falleció en 2006, el vocalista Mike Smith murió el mes pasado debido a una neumonía. "Hubiera sido encantador que los cinco estuviéramos aquí", dijo Dave Clark a los periodistas. Al grupo, que alcanzó la cima de las listas en 1965 con Glad all over, le apadrina el actor Tom Hanks.

John Mellencamp, un músico que canta sobre el sueño americano ha sido comparado con Bruce Springsteen. De hecho a principios de los setenta se convirtió en un pequeño clon del Boss hasta que fue desarrollando un sonido propio. Fue incluido en la ceremonia por ser un "símbolo de la esperanza, la lucha y las pasiones del corazón americano".Ahora, el Cougar tiene 20 discos a sus espaldas y un billete para el Salón de la Fama, donde le apadrinará Billy Joel.

Los Ventures han sido fundamentales en el rock instrumental de los años sesenta. Sus éxitos incluyen Walk don't run y el muy famoso tema de la serie Hawai 5-0.

Otros premiados

La cantante Patti Labelle inauguró la ceremonia, celebrada en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, con la canción If you don't know me by now, popularizada por el grupo Simply Red, para celebrar el ingreso del compositor Kenny Gamble y el productor Leon Huff. Ambos creadores fueron los arquitectos del denominado philly sound (sonido de Filadelfia), un subgénero del soul de los setenta popularizado por grupos como los Delfonics y los O'Jays.

La fallecida leyenda del blues, Little Walter, fue también homenajeado en la ceremonia por el músico Ben Harper. Walter fue elegido de manera póstuma por su forma de combinar la harmónica y el micrófono, convirtiéndose en pionero del blues moderno.

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