Desarticulada una banda de narcotraficantes que introducía hachís por mar en Tarragona

La Policía Nacional ha desarticulado una banda de narcotraficantes que se dedicaba a introducir grandes partidas de hachís procedentes del norte de Africa por vía marítima en la zona del Delta del Ebro (Tarragona). En la operación, fueron decomisados 3.000 kilos de hachís y varias armas de fuego, entre ellas, un fusil de asalto Cetme.

Según ha informado el Cuerpo, se han detenido a siete personas, seis españoles y un marroquí, que fueron puestos a disposición judicial. Son P.G.G., de 64 años; P.G.R., de 37; C.F.R., de 33; M.D.A.G., de 29; J.Q.H., de 29; S.M.M., de 51, y H.L., de 30.

Las tres primeras detenciones se han realizado cuando transportaban un alijo hasta un lugar seguro después de su desembarco, con la intención de darle salida comercial. En las horas siguientes se han detenido a otros tres implicados.

Además, la Guardia Civil ha recuperado una embarcación semirrígida de 15 metros y cuatro motores en la playa de Salou (Tarragona) y ha detenido a su conductor, el ciudadano de origen marroquí. La lancha habría sido presuntamente utilizada para el transporte de la droga.

Una banda bien estructurada

La banda estaba estructurada y funcionaba siguiendo una clara división de funciones. Una parte del grupo se encargaba de las actividades logísticas de los desembarcos y otros eran los propietarios de una finca ubicada en la playa de Deltebre (Tarragona), que disponía de una ría con acceso al mar y un pequeño embarcadero donde los barcos descargaban con seguridad la mercancía.

En el marco de la operación, la Policía ha efectuado dos registros, uno en el domicilio del principal investigado, en una urbanización de Cap-roig, en L'Ampolla (Tarragona), y otro en la finca donde tenían lugar los desembarcos, en Deltebre. En esta vivienda, se han hallado 7.800 euros, joyas, una escopeta sin culata y el fusil de asalto Cetme.

Además, se ha intervenido el camión con el que se transportaba la droga, en el que se han decomisado 93 fardos de hachís, con un peso de 3.000 kilos, y dos turismos, uno de ellos de alta gama. En estos tres vehículos los agentes también encontraron un revólver y una pistola de nueve milímetros.