El agresor de la menor ecuatoriana sufre un trastorno mental grave pero "es responsable de sus actos"
Sergi Xavier recibió atención psiquiátrica durante su niñez, según el psiquiatra Alfons Icart
El agresor de una joven ecuatoriana en los Ferrocarriles de la Generalitat, Sergi Xavier Martín Martínez, sufre un trastorno mental de carácter grave y ha recibido atención psiquiátrica durante casi diez años, ha declarado el psiquiatra Alfons Icart, perteneciente al equipo que le atendió. No obstante, este experto dice que el joven "ha cometido una falta, es responsable de sus actos y por ello debe haber un castigo".
Icart, director general de la Fundación Orienta, entidad que agrupa a los centros de salud mental infantil y juvenil y a los dos hospitales de Día de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), ha señalado que este trastorno "tiene relación con la infancia tan traumática que ha padecido, al no tener madre, un padre alcohólico y criarse con una abuela con muchas limitaciones humanas".
Los trastornos se empezaron a hacer visibles de pequeño y fue la abuela del niño la que pidió una consulta médica por indicación de los equipos psicopedagógicos de su escuela. "No hacía los deberes, se movía mucho y llamaba continuamente la atención, una actitud que se puede entender porque era un niño medio abandonado, que quería sustituir su carencia llamando la atención, pero al que, en vez de atenderle, se le castigaba", ha dicho el médico.
Este experto ha declarado que el joven "ha cometido una falta, es responsable de sus actos y por ello debe haber un castigo, pero además debe haber un tratamiento contra el alcohol y contra la droga, porque no se le puede dejar en la calle para que pueda cometer otro acto parecido".
Acudía de forma intermitente
Icart ha explicado que la atención psiquiátrica del joven se inició en 1992 y se prolongó en 1993, pero que no se le pudo dar ningún programa terapéutico continuado porque acudía de forma muy intermitente, debido a las dificultades que tenía la familia para acompañarlo. Asegura que se siguió atendiendo al chico durante algún tiempo más, hasta que en el año 2000, cuando contaba 14 años, estuvo en un hospital de
Según el psiquiatra, el tratamiento se mantuvo con muchas dificultades y se logró formar una personalidad que "más o menos puede funcionar, pero con un frágil equilibrio". Sin contexto familiar y con drogas y alcohol, ese equilibrio se rompe, según Icart, quien explica que entonces se reactiva lo más primario, que es "lo más descontrolado".
No se presentó más
Alfons Icart ha explicado que, en el año 2001, Sergi estaba bastante bien y se le dio el alta del hospital de Día de adolescentes de Gavà, y se le derivó al centro de salud mental y juvenil de Sant Boi para hacerle un seguimiento, no perder los pequeños logros conseguidos y que pudiera evolucionar bien, pero el joven no se presentó más.
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