La familia de Sandra Palo pide que 'Rafita' cumpla la libertad vigilada fuera de Madrid

El abogado de la familia de Sandra Palo, la adolescente de Getafe violada, quemada viva y asesinada en mayo de 2003, ha pedido que uno de sus asesinos, R.G.F., alias Rafita, cumpla sus tres años de libertad vigilada fuera de la Comunidad de Madrid, así como que haya un control judicial y que tenga un régimen formativo de cara a su reinserción social.

Así lo ha declarado el abogado Jesús Garzón tras la vista celebrada esta mañana ante el juez, en la que acusación y defensa han presentado sus propuestas para la libertad vigilada de Rafita, quien está previsto que salga el próximo día 27 del centro de menores donde ha estado internado cuatro años.

Garzón ha explicado que para la orden de alejamiento se ha pedido que el límite, como mínimo, sea la Comunidad de Madrid, para evitar cualquier posible contacto con la familia de la víctima. El letrado ha añadido que esperan que en menos de una semana se les comunique la decisión de cual será el régimen de esta libertad vigilada.

Con la "cabeza agachada"

El abogado de la familia de Sandra ha explicado que hoy parecía que Rafita estaba con "un poco de miedo, con la cabeza agachada y mirando siempre al suelo. "No sabemos si estará arrepentido o no pero no se ha mostrado prepotente", ha indicado.

Rafita cumplirá los tres años de libertad vigilada que se le impusieron -más cuatro de reclusión que está a punto de cumplir- por secuestrar, violar, atropellar y quemar viva a Sandra Palo, junto a otros tres procesados. Tanto el juzgado de menores como la sección cuarta de la Audiencia Provincial denegaron a la defensa de Rafita un régimen semi-abierto que el abogado solicitó en los meses de mayo y junio.

Sobre los otros tres acusados, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que condenó a 64 años de prisión a Francisco Javier Astorga, El Malaguita, por el secuestro, violación y asesinato de la joven el 17 de mayo de 2003; el juzgado de menores impuso a J.R.M., Ramoncín, y a R.S.G., Ramón, ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada. Según la madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, "Rafita no está rehabilitado", como aseguran las autoridades del centro, y se trata, en su opinión, de una persona que "a los siete años ya era un delincuente y a los 14 un asesino".