Desarticuladas las mafias que controlan la prostitución china en Madrid
La Policía Nacional ha detenido a 14 personas, máximos responsables de seis organizaciones diferentes
Agentes de Policía Nacional han desarticulado las mafias de prostitución china que operan en Madrid con la detención de 34 personas, 14 de ellas máximos responsables de las seis organizaciones que controlaban el tráfico ilegal de mujeres en la capital. Entre otros medios, se servían de anuncios en prensa de tirada nacional para captar mujeres.
Las otras 20 personas detenidas son mujeres que ejercían la prostitución y que han sido acusadas en aplicación de la Ley de Extranjería. "Con esta operación han desaparecido casi la totalidad de mafias que controlaban el ilegal negocio en Madrid", señala Policía Nacional en un comunicado.
La operación se inició hace un año con la investigación de mujeres de origen asiático de las que los agentes sospechaban que eran menores, y que ejercían la prostitución en domicilios de Madrid. El reclamo que utilizaban en los anuncios para llamar la atención era su aspecto aniñado, que acentuaban después con la decoración infantil de las habitaciones en las que recibían a sus clientes. Las gestiones realizadas en uno de los inmuebles permitieron verificar que todas ellas tenían más de 18 años; además confirmaron que las mujeres ejercían la prostitución de forma voluntaria, pero alrededor de ellas se había montado una empresa que generaba un importante beneficio económico para otras personas.
El grupo captaba a sus clientes mediante anuncios publicados en periódicos de tirada nacional, y a las mujeres a través de anuncios en periódicos editados en idioma chino comercializados en la Comunidad de Madrid. En la selección de las mujeres se valoraba la edad y aspecto físico y se acordaban las condiciones de trabajo: disponibilidad, aceptación de las reglas de la organización y reparto de beneficios: 50% para la organización y otro 50 para ellas. Unas cien mujeres ejercían la prostitución con alguna de las seis organizaciones ahora desarticuladas.
Sus responsables, por su parte, se encargaban de gestionar la actividad de las meretrices: les pacilitaban las condiciones de trabajo, alquilaban los pisos donde se ejercía la prostitución, compraban la publicidad y seleccionaban nuevas trabajadoras. También se ocupaban del traslado a domicilios particulares cuando los clientes lo requerían, del cobro de los servicios, de proveer, por medio de una única empresa, de todos los efectos necesarios para realizar el trabajo y de pagar a las chicas. En algunos casos, las chicas tomaban voluntariamente medicamentos para evitar la menstruación y poder trabajar todos los días. Cada organización atendía una media de 60 clientes diarios. En ocasiones, hasta 18 clientes esperaron su turno en una sala. Para facilitar el pago de los servicios, disponían de datáfonos para el pago con tarjeta bancaria.
La investigación ha puesto de manifiesto que las seis redes tenían una estructura similar: una o dos personas dirigían y gestionaban el grupo y una o dos prostitutas de confianza se encargaban de la atención a los clientes. Contaban también con empleadas para labores de cocina y limpieza. No obstante, no tenían relación entre ellas.
La Policía calcula en 18.000 euros mensuales el gasto de cada organización en estas prestaciones. Sólo en publicidad se gastaban unos 12.000 euros al mes. Los beneficios anuales de estas organizaciones rondan los 14 millones de euros. En las cuentas de alguno de los detenidos se han detectado ingresos de 350.000 euros por transferencias internacionales.
A raíz de la desarticulación de estas seis redes y la detención de los responsables, han desaparecido la gran mayoría de anuncios de prostitución china que se publicaban en periódicos de tirada nacional. En el curso de esta operación, llevada a cabo de forma conjunta por UCRIF Central y Grupo V de la BPED de Madrid, se han practicado seis registros en otros tantos domicilios, donde se ejercía la prostitución, en los distritos Centro, Usera, Puente de Vallecas, Ciudad Lineal, Tetuán y Salamanca.
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