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Cumbre hispano-francesa

Chirac y Zapatero acuerdan liderar una iniciativa de paz en Oriente Próximo

El presidente francés apoya "sin reservas" el proceso para el fin de ETA en España

Chirac y Zapatero, hoy en Girona.
Chirac y Zapatero, hoy en Girona.EFE

El presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, ha aceptado hoy el ofrecimiento del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de liderar unidos una iniciativa de paz para Oriente Próximo y le ha propuseto llevarla a cabo conjuntamente con Italia, para lo que ambos mandatarios deberán ponerse en contacto con el primer ministro italiano, Romano Prodi. Chirac ha instado a Zapatero a "ponernos de acuerdo" para que Francia, España e Italia lleven a cabo "conjuntamente una iniciativa" para "solucionar el problema de Palestina".

En su discurso ante el Foro hispano-francés de la Sociedad Civil, reunido con motivo de la Cumbre bilateral que tiene lugar en Girona, Chirac ha revelado la invitación que le hizo Zapatero y le ha mostrado su apoyo, ya que, dijo, España, Francia e Italia son tres países con la misma "sensibilidad" y los mismos "intereses" y que "comparten la misma moral".

En rueda de prensa posterior al encuentro entre ambos líderes, Zapatero se ha referido al proceso de paz con ETA en términos muy similares a los empleados en las últimas semanas. El presidente del Gobierno ha recordado a la banda que a la paz sólo se llega con el fin de la violencia. Chirac, por su parte, ha apoyado "sin reservas" la iniciativa impulsada por el Gobierno español.

La inmigración ha sido otro de los temas clave del encuentro. Zapatero ha apostado además por "innovar" y "abrir rumbos hasta ahora no recorridos" para hacer frente al desafío que este fenómeno. Según Zapatero, este tema es el reto más destacado de la generación de la que él forma parte, que será juzgada por la política que desarrolle ante una nueva realidad demográfica que están viviendo muchos países europeos.

"Seguro que en esta materia habrá que innovar; hay que abrir rumbos hasta ahora no recorridos, porque, seguramente, nuestras sociedades han tenido delante de sí este desafío como un desafío que genera enormes posibilidades pero, a la vez, enormes inquietudes", ha afirmado. El presidente del Gobierno ha añadido que está en ello la identidad, la manera en que se entienden las relaciones laborales, y "el ser y el devenir de lo que representan países democráticos, europeos y con ganas de futuro como son España y Francia".

Problemas comunes

Chirac, por su parte, ha reconocido que España y Francia comparten "las mismas dificultades" y "los mismos análisis" sobre la gestión del problema de la inmigración ilegal, que es fruto, según ha recordado, del subdesarrollo. "No vamos a poder arreglar nada si no trabajamos por el desarrollo en Africa", ha subrayado el presidente francés, quien ha señalado que no sólo es necesaria una "solidaridad moral", sino también "un interés político".

Otro de los temas abordados ha sido el de la cultura Zapatero ha destacado la importancia de potenciar ámbito, así como proyectos conjuntos de empresas de los dos países en el terreno de la investigación, la innovación y el desarrollo. Además, ha confiado en que este foro bilateral ayude también a abrir "el espacio común energético que necesita Europa", ante "el tiempo que esto está costando a las instituciones europeas".

Sobre este asunto, Chirac ha reconocido que, tras haber ignorado el problema, el Consejo Europeo está "muy preocupado" y se mostró convencido de que la cooperación hispano-francesa será "muy importante" en la política energética. Según el presidente de la República francesa, el Foro de la Sociedad Civil y el Consejo de Seguridad y Defensa constituido hoy suponen "un paso determinante e irreversible hacia una asociación estratégica" entre España y Francia.

Cataluña, "cojín" entre países

Antes de los discursos de Chirac y Zapatero ha intervenido el todavía presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, quien ha ironizado sobre el "papel de cojín" que juega Cataluña entre los Estados español y francés y ha bromeado sobre su vieja "rivalidad" con el presidente francés por haber competido para albergar los Juegos Olímpicos.

El presidente catalán desempeñaba el cargo de alcalde de Barcelona cuando en 1992 la capital catalana albergó los Juegos, después de ganar la designación del Comité Olímpico Internacional frente a otras ciudades candidatas, como París, cuyo alcalde era precisamente Jacques Chirac.

Ante las sonrisas del auditorio y algún comentario amistoso en voz alta de representantes franceses, Maragall ha recordado, en tono distendido y en lengua gala, que por aquel entonces el presidente del COI "era un catalán", Juan Antonio Samaranch. El presidente de la Generalitat ha utilizado en su breve discurso la lengua catalana, argumentando que "ya sé que el catalán no es ni el castellano ni el francés, pero espero que, justamente porque está en medio, todos lo entenderéis".

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