¿Y si nace niño qué?

En su programa electoral el PSOE anunció una reforma constitucional para eliminar la preferencia que el artículo 57 de la Constitución española hace de los varones sobre las mujeres, una reforma sobre la que en principio están de acuerdo el resto de los grupos políticos. Ahora bien, como este cambio constitucional afecta a la Corona, requerirá para su aprobación el voto de dos tercios del Congreso y dos tercios del Senado y, lo que es más importante, la disolución de las Cortes, la celebración de elecciones, la luz verde de las dos cámaras una vez reconstituidas y un referéndum posterior.

Así pues, salvo que el Gobierno quisiera adelantar los comicios, lo más oportuno sería promover la reforma coincidiendo con el fin de la legislatura, para no acortar ésta innecesariamente. Sin embargo, el nuevo embarazo de la princesa de Asturias deja una duda en el aire ¿Qué sucederá si el nuevo hijo es un varón y nace antes de llevar a cabo la mencionada reforma? ¿Arrebatará el derecho a la sucesión que en la actualidad ostenta la primogénita de los Reyes de Asturias, Doña Leonor? ¿Podrían producirse conflictos con la sucesión?

Para la mayoría de los expertos dicha eventualidad no tendría ninguna consecuencia. Como ha explicado hoy el portavoz del PSOE, Diego López Garrido, en estos momentos "sólo hay un heredero [Don Felipe de Borbón], no hay otro" y por tanto sólo a él pueden atribuírsele derechos sucesorios, aunque entre el resto de los miembros de la familia real se establezca una hipotética línea sucesoria. Además, en una entrevista publicada el 1 de noviembre del año pasado en este diario el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar negaba tajantemente que pudiera presentarse algún problema, porque, según sus propias palabras "no hay problema jurídico que la Constitución no pueda resolver".

"En la medida en que las Cortes hagan bien su trabajo de modificación precisa de la redacción del artículo 57 de la Constitución, la propia Constitución establecerá su régimen de proyección de futuro y de vigencia y, por supuesto, la afectación de los derechos sucesorios incorporados al registro de la familia real, y que tengan algún título de sucesión de la Corona. Por tanto, la propia Constitución es la que puede resolver cualquier duda al respecto", afirmaba entonces el ministro de Justicia.

En su día el ponente constitucional y actual comisionado para las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces Barba, se manifestó en términos similares y aseguró que el hecho de que naciera un hermano varón antes de la reforma no supondría ningún problema. Según su criterio, el Parlamento es soberano y tiene la potestad de cambiar la legislación. Esa es también la impresión mayoritaria entre los constitucionalistas, pero no unánime. Algunos, como el ex presidente del Constitucional Manuel Jiménez de Parga, considera que ese niño "conservaría su derecho a ser, en su día, Rey de España", aunque posteriormente cambiase la Constitución.

Lo cierto es que legalmente si no se acomete antes la reforma y nace un niño éste adelantaría, siquiera temporalmente hasta que se llevara a cabo la modificación constitucional, a Leonor en la línea de sucesión al trono. Por ello la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, dijo en su momento que confiaba en que el Parlamento, que es al que corresponde la reforma, clarifique todos los aspectos en el momento de acometer la reforma.

¿Podría afectar la reforma al Príncipe Felipe? ¿Podría su hermana Elena (mayor que él) reclamar los derechos al trono una vez se lleve a cabo la reforma? Este caso parece más claro. El Príncipe Felipe ya asumió su calidad de Príncipe de Asturias al cumplir la mayoría de edad y ya prestó juramento ante el Congreso. Ya lo hizo, por tanto él es el heredero de la Corona. En cuanto a sus propios hijos, a su sucesión, será la Constitución la que establezca, en el caso de que tenga más hijos y alguno sea varón, a qué régimen jurídico quedará sujeta esa generación.

En todo caso, para despejar dudas, el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez ha manifestado que la reforma debería incluir expresamente una referencia a que sólo tendrá vigencia para los sucesores de Don Felipe de Don Borbón y no para los de Don Juan Carlos, para impedir la interpretación de que sea la Infanta Elena y no el Príncipe Felipe el heredero del trono.