"Los riesgos en Líbano no son superiores a otras misiones", según el Jefe del Estado Mayor

El despliegue de los cascos azules españoles en Líbano comenzará mañana para participar en una misión en la que "los riesgos no son superiores a otras operaciones en las que España ha participado en los últimos 15 años", según el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz. Un grupo de 30 militares españoles llegó anoche a Beirut para preparar la llegada de más de 500 soldados, mañana, a las playas de Tiro, al sur de la capital libanesa.

El general Sanz ha explicado los detalles de la participación española en la misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), "una misión pura de cascos azules", ha dicho, similar a la desarrollada en Haití o Bosnia. Los soldados españoles se desplegarán en una franja que incluye línea fronteriza de Líbano con Israel y con Siria. "No es ni mejor ni peor" que el área que liderarán las tropas francesas e italianas, ha dicho Sanz.

Acompañado del ministro de Defensa, José Antonio Alonso, el Jefe del estado Mayor del Ejército ha añadido que en la zona que liderará España a partir del próximo 1 de noviembre habrá "desolación, pero también vida". "No podemos pensar en que todo lo que encontraremos serán fuentes de riesgo inesperadas", ha dicho. Sanz ha enumerado las principales responsabilidades que asumirá la misión española de acuerdo con la resolución 1701 de la ONU: supervisar el alto el fuego entre Israel y Hezbolá, que mantuvieron una guerra de 34 días, ayuda humanitaria, apoyo al Gobierno y el Ejército de Líbano, así como el control de fronteras y el posible contrabando de armas con destino a la milicia Hezbolá, uno de los aspectos más delicados.

"Tarjeta azul" con las reglas de enfrentamiento

El general Sanz ha resaltado que las reglas de enfrentamiento han sido consensuadas por la comunidad internacional, respetan el marco legal, son suficientemente robustas, defensivas y permiten el uso apropiado de la fuerza. Los soldados españoles acuden a la misión con una "tarjeta azul", una guía con las normas básicas de actuación, según el máximo responsable de la cúpula militar, quien aseguró que el contingente español no superará los 1.100 soldados autorizados, de los que 77 son mujeres.

Un grupo de 30 militares aterrizó anoche en el aeropuerto de Beirut y partió hacia el cuartel general de las fuerzas de la ONU en Naqura, en el sur del Líbano. Los militares salieron hacia Naqura -a una distancia de cerca de tres horas por carretera desde Beirut- en un microbús y dos vehículos de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL).

Este grupo ha comenzado hoy los preparativos para el despliegue de los 490 infantes de Marina 76 soldados del Ejército de Tierra que partieron el pasado viernes desde la base naval de Rota, en Cádiz, a abordo de una flota de cuatro barcos.

Está previsto que estas embarcaciones se mantengan en aguas de la zona mientras se completa el desembarco de material y personal, y que no inicien su viaje de regreso hasta que el contingente esté en el terreno con las "debidas condiciones logísticas y operativas" y cuando la FINUL pueda prestar "el apoyo necesario" para que los soldados puedan empezar a cumplir la misión, según fuentes militares españolas. El próximo día 25 partirá de Almería un nuevo contingente integrado por efectivos de La Legión, que llegará el 27 a Líbano para relevar a los infantes de marina, que estarán en España el 5 de noviembre.

Por su parte, el ministro José Antonio Alonso ha insistido una vez más en que el Ejército español, "con el apoyo de todo el Congreso", se va a sumar a una misión de la ONU que tiene un objetivo "noble y solidario" y que "tiene sentido como ayuda a la política y la diplomacia con mayúsculas".