La Ertzaintza impide el homenaje a tres etarras muertos tras enfrentarse a la Guardia Civil

La Ertzaintza ha impedido esta tarde la celebración del acto de homenaje a tres etarras fallecidos hace 15 años en un enfrentamiento con la Guardia Civil que había sido convocado por Askatasuna en San Sebastián, al haber sido prohibido por orden de la Audiencia Nacional.

Unas 200 personas, entre las que se encontraba el dirigente de Batasuna Eusebio Lasa, el procesado en el macrojuicio contra el entorno de ETA, Xabier Alegría, o el abogado Jon Enparantza, han secundado esta convocatoria, que ha sido interrumpida por la policía vasca sin que haya sido necesario utilizar material antidisturbios.

Los agentes han formado un un cordón policial para impedir el acceso de los asistentes a la zona donde habían colocado micrófonos, fotos de los tres fallecidos y una pancarta en la que se leía en euskera Patxi, Iñaki y Jokin. El mejor homenaje, la victoria y han comunicado a los concentrados el auto dictado por la Audiencia Nacional esta misma tarde, en el que se considera que este acto podría constituir un delito de apología del terrorismo.

El portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi ha denunciado hoy la "falta de madurez y responsabilidad" de los dirigentes del PSOE por querer "desvirtuar" un futuro acuerdo para la normalización política del País Vasco. Esta actitud, según Otegi, le hace estar "preocupado" por el desarrollo del proceso de paz. Mientras, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha dicho que "no se pueden mezclar" los procesos político y de paz en el País Vasco, que requieren "interlocutores, tiempos y contenidos diferentes".

Otegi, durante una rueda de prensa en San Sebastián, ha justificado su preocupación en algunas declaraciones "inmaduras" de dirigentes del PSOE que insisten en que Navarra debe quedar al margen del proceso de paz y Batasuna debe cumplir los requisitos para su legalización. "¿Alguien cree que hubiese sido posible construir esta oportunidad si a la izquierda abertzale, durante años, se le dice que éste es un proceso en el que Navarra no pinta nada; en el que los presos se van a morir en la cárcel; en el que vas a ser golpeado ininterrumpidamente aunque haya tregua; y en el que al final vais a jurar la Constitución española?", se ha preguntado Otegi.

Considera inverosímil que con esas premisas pudiese llegarse a la situación actual. No obstante, no ha querido concretar el contenido de esas conversaciones con los socialistas, a los que atribuye la intención de "desvirtuar el proceso democrático" y con declaraciones que no son "razonables" porque "no buscan un espacio de colaboración o acuerdo". Por ello, ha hecho "una llamada de atención al PSOE" para que actúe con "prudencia", "responsabilidad" y "honestidad" y sin exigir primero una tregua de ETA y luego la legalización de Batasuna para seguir avanzando en el proceso.

También ha criticado que "se golpee más" a la izquierda abertzale "tras cinco meses de tregua" que antes del alto el fuego, que se diga ahora que Navarra no participa en el proceso o que se pretenda la "humillación" de Batasuna instando a esta organización a "pasar por el aro" de la legalidad. Según Otegi, su objetivo es abrir un debate sobre si se va a respetar lo que decidan los vascos respecto a su futuro, aunque se ha preguntado "cómo se hará eso".

Pese a todo, ha expresado su determinación de trabajar en las próximas semanas en el logro de un compromiso que permita abrir un diálogo multipartito para el proceso de paz, que no excluya ninguna ideología ni se limite territorialmente.

Dos procesos

Por su parte, Ibarretxe ha querido diferenciar una vez más los procesos político y de paz en el País Vasco, diciendo que son "dos procesos diferentes, con interlocutores, tiempos y contenidos diferentes que no se pueden mezclar". También ha pedido a los partidos "sensatez" y "equilibrio" para no confundir a la sociedad sobre la marcha de ambos procesos, ya que se lanzan mensajes muy optimistas y muy pesimistas, en poco espacio de tiempo.

Desde esa diferencia, no ha querido entrar en el proceso de paz, que corresponde al Gobierno en sus contactos con ETA. Sí se ha referido al de normalización política, preguntándose cómo implicar a la sociedad vasca, "que tiene que verlo como suyo", en su desarrollo. En este punto, ha dicho que "estamos hablando todos", aunque después ha reconocido que el PP no está participando en las conversaciones. No obstante, se ha dicho convencido de que lo hará. Las conversaciones tienen como objetivo, según ha dicho, un "acuerdo básico para que cuando se prepare la mesa de partidos sea para trasladar acuerdos y no una nueva decepción" a la sociedad" vasca.

Además, se ha mostrado partidario de que Batasuna participe en las próximas elecciones municipales, "como cualquier otro partido". Ibarretxe cree que así será, aunque ha rechazado hablar de cuál será el proceso que recorrerá la izquierda abertzale para su legalización.