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Reportaje:

Asesinos de mujeres en serie

Un repaso por los casos más impactantes de la historia del crimen en España a raíz de la detención de la agresora de ancianas de Barcelona

El caso de Remedios S.S., de 49 años, la presunta asesina en serie detenida ayer Barcelona, tiene varios antecedentes en la reciente historia criminal española. El más cercano y similar es el supuestamente protagonizado por Encarnación Jiménez Moreno, de 38 años, una aparente ama de casa que fue arrestada en julio de 2003 en el distrito madrileño de Usera, acusada de desvalijar a 20 ancianas que estaban solas en su domicilio y de haber acabado con la vida de dos de sus víctimas, tras apalearlas, amordazarlas y asfixiarlas. La supuesta homicida, que actuaba siempre con extrema violencia, era esposa de un albañil y convivía con tres de sus cinco hijos en el barrio de Hortaleza.

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Remedios S. S, natural de San Cristovo de Dormeá, una localidad de A Coruña de apenas 200 vecinos, ha superado a la supuesta asesina de Madrid, si los Mossos d' Escuadra confirman los tres crímenes que se le atribuyen hasta ahora. Sin embargo, las fechorías imputadas a ambas mujeres están muy lejos de las que cometió entre 1987 y 1988 el albañil José Antonio Rodríguez Vega, que sembró el terror entre las ancianas de Santander. No obstante, sus crímenes pasaron inadvertidos durante meses incluso para la policía, ya que muchas de sus víctimas fueron enterradas sin que los forenses se dieran cuenta de que habían sido asesinadas en sus casas.

Tras haber sido condenado por matar a 16 mujeres, Rodríguez Vega murió acuchillado en octubre de 2002 en la prisión de Topas (Salamanca). El fallecido, de 44 años, cumplía una condena de 440 años de prisión por el asesinato de 16 mujeres de entre 61 y 93 años, en Santander, de las que abusaba sexualmente y a las que robó en sus casas objetos de escaso valor. Dos reclusos considerados muy peligrosos, Enrique V. G., condenado a 60 años de reclusión por robos y lesiones, y Daniel R. O., penado a 54 años por robos, cosieron a cuchilladas a denominado mataviejas de Santander con dos rudimentarios pinchos fabricados por ellos mismos.

Pero uno de los más conocidos asesinos en serie es Manuel Delgado Villegas, el Arropiero, quien fue detenido en 1971 tras haber tenido en jaque a la policía durante una larga etapa del franquismo. Murió en 1998 en un psiquiátrico de Cataluña, tras 27 años entre rejas. Aunque estaba acusado de 22 asesinatos (entre ellos los de varias mujeres), jamás fue condenado, ya que los tribunales decidieron no enjuiciarle por creerle irresponsable de sus actos debido a sus trastornos mentales.

Francisco García Escalero, apodado el mendigo psicópata, dio muerte en Madrid a 11 marginados, entre ellas varias mujeres, entre los años 1987 y 1993. Más recientemente, Joaquín Ferrándiz Ventura, empleado en una empresa de seguros de Castellón, fue condenado a 69 años de prisión por matar a cinco mujeres -dos estudiantes y tres prostitutas- entre julio de 1995 y septiembre de 1996 en Castellón.

Sin embargo, el tétrico título de mayor criminal en serie de la historia moderna mundial lo ostenta el colombiano Pedro Alonso López, que tras ser detenido en Ecuador confesó haber matado a 310 niñas en los años 80. Alonso López, bautizado como el Monstruo de los Andes, cometió esta terrorífica serie de de crímenes sexuales entre 1979 y comienzos de 1980.

José Antonio Rodríguez Vega durante su juicio en Santander en mayo de 1988.
José Antonio Rodríguez Vega durante su juicio en Santander en mayo de 1988.EFE

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