Arzalluz niega que ningún miembro del PNV haya negociado en el pago del impuesto revolucionario

Xabier Arzalluz ha negado hoy que ningún miembro de su partido haya ejercido de intermediario en el pago del impuesto revolucionario a ETA. Arzalluz ha hecho estas declaraciones tras comparecer en calidad de testigo ante el magistrado Grande-Marlaska, que investiga la implicación de su formación en los pagos de empresarios. A la salida de la Audiencia, se ha quejado de la "criminalización" de su partido y ha dicho: "Puede llegar el momento en que el PNV impugne la Constitución y no la acate".

Xabier Arzalluz también ha asegurado que el PNV siempre ha aconsejado a los empresarios con cartas de extorsión de ETA "que no pagasen nada". Además, ha explicado que si el extorsionado es afiliado al PNV, la política del partido consiste en recordarle que "pagar a ETA se considera motivo de expulsión" de la formación.

El ex presidente del Partido Nacionalista Vasco se ha personado esta mañana en la sede de la Audiencia Nacional, en Madrid. Arzalluz ha llegado al tribunal en compañía de su sucesor al frente del partido, Josu Jon Imaz, de su portavoz parlamentario, Josu Erkoreka, y del diputado Emilio Olabarría.

El ex dirigente nacionalista ha permanecido una hora en la Audiencia y, a la salida, ha asegurado que el trato del magistrado y el fiscal ha sido "exquisito". Eso sí, ha opinado que la ley antiterrorista "no va contra ETA sino contra el nacionalismo" y considerado que los tribunales se están "contagiando" de lo que denominó "la línea Bush: Se pone la palabra terrorismo por delante y todo vale". Ha considerado que se está intentando criminalizar al PNV. Y ha advertido: "Puede llegar el momento en que impugnemos la Constitución y no la acatemos".

Marlaska viaja mañana a Bilbao

En el marco de esta investigación, el magistrado Grande-Marlaska se desplazará mañana a Bilbao para tomar declaración como imputado al dirigente del PNV Gorka Agirre, que no ha podido viajar a Madrid por su estado de salud.

El juez adoptó la decisión de desplazarse él mismo "para extremar las garantías y tras escuchar a los forenses", que han confirmado que Agirre está convaleciente de una reciente intervención quirúrgica, según fuentes de la Audiencia. El dirigente del PNV tuvo que ser sometido el pasado martes a un cateterismo en una operación que se prolongó durante tres horas y que le obliga a permanecer de baja.

Dinero "para la paz"

Fernando Grande-Marlaska ha imputado Aguirre dentro de la investigación contra el aparato de extorsión de ETA, por su supuesta intermediación en el cobro a empresarios del llamado "impuesto revolucionario". Precisamente hoy, el miembro de la Ejecutiva de Aralar y uno de los fundadores de ETA, Julen Madariaga, han declarado ante el juez también sobre la red de extorsión de la banda terrorista.

Madariaga ha señalado que los dos empresarios detenidos por este motivo entregaron "de forma voluntaria" dinero a la organización terrorista "pero siempre que fuese para favorecer la paz". Madariaga fue detenido hace unos días en Francia en el curso de una operación policial contra el aparato de extorsión de ETA. Los dos empresarios, José Javier Azpiroz y Juan María Saralegi, fueron puestos en libertad ayer pero están imputados por un supuesto delito de colaboración con banda armada.

Madariaga, reconoce hoy en una entrevista publicada en Diario de Noticias que "de una manera u otra" había colaborado con empresarios para que éstos pagaran el dinero requerido a ETA, "porque así me lo pidieron". En el caso concreto de estos dos empresarios, Madariaga ha explicado que "un compañero mío les dijo que había contactado conmigo para que les ayudase y sé que se mostraron encantados porque me conocen desde hace años. Me dijeron que necesitaban ayuda moral y siguiendo mi deontología no se la pude negar. Es más, nadie que haya tocado mi puerta exponiendo que le ha llegado una carta pidiéndole tanto y con un plazo determinado se ha ido con un portazo en las narices. He prestado ayuda jurídica y humana".

Añade Madariaga que se comprometió "a acompañarles hasta un lugar concreto" para hacer el pago, pero entonces llegó el alto el fuego declarado por ETA el 22 de marzo y pensó que ya no se llevaría a cabo la entrega. Sin embargo, dos o tres semanas después, ese compañero le informó de que los empresarios ya tenían destinada la suma de dinero que se les pedía y "querían hacer la entrega voluntariamente con la condición de que fuese para favorecer la paz". "Yo se lo conté a los otros y les dije que habían hecho especial hincapié en que el dinero fuese para la paz: me prometieron que así sería", concluye.