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La acusación logra nuevas comparecencias en el 'caso Yak-42'

Alfonso Agulló, presidente de la Asociación de familiares de las víctimas, ha desvelado ésta y otras novedades en una charla digital con los lectores de El PAIS.es y Cadenaser.com

La Asociación de víctimas del Yak-42 ha logrado que la Audiencia Nacional acepte el recurso en el que solicitaban que el cónsul de España en Turquía y el traductor de turco comparecieran como testigos, así como que los informes del Ministerio Fiscal de ese país y los documentos de los forenses turcos fueran tomados como pruebas en el juicio. La juez Teresa Palacio denegó en un primer momento todas estas diligencias.

El representante de la asociación de víctimas del Yak-42, Alfonso Agulló, ha asegurado en una entrevista digital con los lectores de ELPAIS.es y Cadenaser.com que esperan del juicio "un homenaje a la verdad y a la justicia para nuestros fallecidos". "El mejor testamento de los 62 militares es que ningún ciudadano sufra un accidente", ha afirmado el representante.

Alfonso Agulló, en ELPAIS.es
Entrevista con Alfonso Agulló

Alfonso Agulló ha mostrado su confianza en que las declaraciones del perito sean tenidas en cuenta en el juicio. Concretamente, declaró que las condiciones técnicas, el plan de vuelo, la falta de licencia y una interminable lista de causas debieron impedir que el Yak-42 despegara.

Agulló ha comparado el comportamiento de los militares en los días posteriores a la tragedia y el 'caso Mena' y ha asegurado que no entiende cómo se rompe ahora el silencio disciplinar cuando en su día todos los militares callaron y no defendieron a sus compañeros. No obstante, ha reconocido que hubo colaboración militar en el caso ya que algunos miembros del ejército, unos de forma anónima y otros de manera discreta, "fueron decisivos para avanzar en la investigación".

Agulló ha afirmado que la asociación mantiene contacto con los familiares de las víctimas del accidente del Cougar en Afganistán ocurrido el pasado agosto en el que murieron 17 militares españoles.

Un grupo de bomberos turcos rastrea la zona de Trabzon en la que se estrelló en mayo de 2003 el Yak-42.
Un grupo de bomberos turcos rastrea la zona de Trabzon en la que se estrelló en mayo de 2003 el Yak-42.AP

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