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El Rey reclama "moderación y sosiego" para buscar "un amplio consenso"

Don Juan Carlos asegura que "España es un país moderno, justo y solidario del que podemos sentirnos orgullosos"

El rey Juan Carlos ha aprovechado su tradicional mensaje de Navidad para pedir a los partidos que resuelvan sus diferencias "desde la moderación y el sosiego, mediante la búsqueda del más amplio consenso en el marco de las reglas, principios y valores de nuestra Constitución". En un año de "tensiones y divisiones", en el que el debate territorial, con la reforma del Estatuto de Cataluña como máximo exponente, ha centrado la actualidad nacional, el monarca ha reclamado resolver "de común acuerdo" las dificultades del día a día, y recurrir al diálogo "responsable y sincero, dentro del respeto a nuestro marco constitucional, utilizando los cauces institucionales y democráticos".

"Todo lo que se ajuste a estas pautas será siempre más sólido, más seguro y, sobre todo, más integrador", ha dicho. De todos modos, el Rey se ha mostrado optimista en que este proceso de reformas se atenga al interés general y al "deseo mayoritario del pueblo español de preservar y ensanchar nuestra armónica convivencia". En este punto, ha confiado "plenamente" en la labor de las instituciones y los partidos.

El Rey ha comenzado su mensaje de Nochebuena, retransmitido por radio y televisión, con un emocionado recuerdo para "quienes han fallecido en su entrega a los demás", en referencia a los militares muertos en accidente de helicóptero en Afganistán. A ellos ha querido dedicarles "nuestro más emocionado recuerdo". "Abrazamos a sus familias en el dolor; que el ejemplo de solidaridad que nos han dado, y que tanto valoramos, nos sirva a todos de guía para seguir construyendo una España siempre mejor", ha dicho.

El modelo constitucional

De inmediato ha querido echar la mirada atrás para recuperar el espíritu que presidió la Transición hacia la democracia, con "el convencimiento de que lo que hemos logrado se lo debemos a la reconciliación, a la concordia y al amplio consenso que permitieron alumbrar nuestra Constitución". Una Constitución que acaba de cumplir 27 años y que sin ella no podría explicarse "ni la modernización vivida por España, ni la envidiable estabilidad política, económica y social que hemos venido disfrutando".

El modelo de convivencia consagrado en la Carta Magna es, a juicio del Rey, una "referencia para otros". Desde entonces y hasta la actualidad los españoles han recorrido treinta años que "no tienen precedentes en términos de paz, progreso y libertad". "No ha sido fácil llegar hasta aquí", ha reconocido. "Lo conseguido es fruto de los sacrificios de todos los españoles, que supieron superar rencores y divisiones, mirar al futuro y trabajar día a día para hacer de España el país moderno, justo y solidario del que podemos sentirnos orgullosos".

España es, cuando está a punto de finalizar 2005, "una realidad de libertad y progreso", un país organizado territorialmente "en el respeto a su rica pluralidad y diversidad" y que debe sentirse "particularmente orgulloso" de su "rico patrimonio histórico, cultural y lingüístico".

El Rey también ha entrado a valorar las desigualdades sociales que aún afectan a la sociedad española. En este contexto, ha apelado a la solidaridad de sus conciudadanos para comprometerse con todo empeño en la lucha "contra la pobreza, la marginación o la exclusión social", para que "los más humildes, desfavorecidos y vulnerables" encuentren soluciones a sus necesidades. "A todos nos duelen las cifras de ciudadanos que viven en España por debajo del umbral de la pobreza -una de cada cinco personas, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística- en contraste con las que avalan nuestro sostenido crecimiento económico", ha dicho el monarca. Para combatir la pobreza con eficacia, Don Juan Carlos ha puesto especial énfasis en la mejora de la cobertura sanitaria, la atención a los discapacitados y personas dependientes -El Ejecutivo aprobó ayer una reforma legal para garantizar la atención a ese colectivo- y un acceso a la vivienda en condiciones menos gravosas que las actuales.

"Objetivo prioritario e inaplazable"

Pero también ha hablado, un año más, de terrorismo, cuyo final es "objetivo prioritario e inaplazable". Con especial cercanía ha recordado a las víctimas de esta lacra -"cuyo dolor nunca podremos compensar", ha dicho-, al tiempo que ha insistido en "incrementar nuestros esfuerzos" para derrotar a los terroristas, "sabiendo que contamos con los instrumentos del Estado de Derecho, la acción de la Justicia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y con una creciente cooperación internacional".

El drama de la inmigración ilegal - "no debemos permitir que inmigración sea sinónimo de muerte, explotación, o discriminación"-, la defensa de los intereses de España en el exterior y una "más y mejor" educación e innovación tecnológica han sido otros de los aspectos que ha abordado en su mensaje.

Como colofón, el Rey ha hecho mención al 30ª aniversario de su llegada al trono, efeméride que ha reconocido que le llena de "sentimientos de satisfacción por lo mucho que ha cambiado España" y de "admiración y gratitud a los españoles por su continuado esfuerzo, por su generosidad y solidaridad". "También -ha continuado- sentimientos de fe en el futuro, de rotunda convicción de que, si juntos hemos llegado hasta aquí, es todavía mucho más lo que unidos podremos seguir alcanzando".

Y en una noche tan familiar, el Rey no ha querido finalizar su discurso sin recordar el nacimiento, el 31 de octubre, de su séptimo nieto, la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias, "que amplía y garantiza la continuidad en la sucesión".

El Rey, durante su mensaje de Navidad.
El Rey, durante su mensaje de Navidad.EFE

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