Cinco trabajadores resultan heridos en el derrumbe de un puente del AVE en Valencia

El derrumbe esta mañana del forjado de un puente del trazado del tren de Alta Velocidad (AVE) a su paso por el barranco de Barxeta en La Pobla Llarga (Valencia) ha causado heridas a cinco trabajadores, que han sido dados de alta a primera hora de la noche. Se trata del segundo accidente en una obra pública en lo que va de mes de noviembre, tras el trágico siniestro del pasado día 7 en la autovía del Mediterráneo a la altura de Almuñécar (Granada), en el que murieron seis obreros.

La caída del forjado del puente, que se ha producido pasadas las 11.00, cuando ha cedido el molde que utilizan para realizar el encofrado. Ninguno de los trabajadores ha quedado atrapado, por lo que han podido ser rápidamente rescatados por los efectivos de bomberos y trasladados a un centro hospitalario. En un primer momento, se había informado de tres heridos, pero poco después la cifra ha ascendido a cinco, según han confirmado fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia y la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana.

Las mismas fuentes han indicado que hasta el lugar del siniestro se han desplazado 11 efectivos del Consorcio, así como cuatro vehículos de los parques de Alzira y Játiva. Los heridos, dos de ellos leves y otros tres de pronóstico reservado, han sido ingresados en el hospital de la Ribera de Alzira y en el Luis Alcañiz de Xátiva, según ha explicado el alcalde de la Pobla Llarga, Rafael Soler Vert. A primera hora de la noche, fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) han indicado que los cinco trabajadores han sido dados de alta tras comprobarse que las contusiones que sufrían no revestían gravedad.

Una caída desde nueve metros

El accidente se ha producido en la parte norte de esta construcción, en uno de los vértices que une el puente con tierra firme. Los trabajadores, cuatro de ellos portugueses y un quinto de la localidad valenciana de Catarroja, se han caído, según Soler Vert, cuando trabajaban en el forjado del puente, que tenía una altura aproximada de entre ocho y nueve metros, aunque en la última parte la altura disminuye y no supera el metro. Vert, quien se ha desplazado al lugar del suceso para conocer lo ocurrido, ha explicado a los medios que los 10 metros de forjado que se han desplomado pertenecían a la parte final del puente, una infraestructura "que prácticamente estaba terminada".

Los cuatro trabajadores portugueses trabajaban para la empresa alemana Encofrados Peri, mientras que el español estaba contratado por Excavaciones Escoto. Ambas compañías estaban realizando los trabajos especializados de una obra que está adjudicada a Corsan Covian. Las causas del suceso, que aún se desconocen, están siendo investigadas por técnicos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El ADIF ha informado de que también ha abierto una investigación para determinar las causas del derrumbe y ha explicado que, mientras no se determine este aspecto, no se reanudarán las obras.

El puente derruido corresponde al tramo de L'Enova-Pobla Llarga, que tiene una superficie de 5,3 kilómetros, y cuyas obras comenzaron en mayo de 2003 y está previsto que se finalicen antes de que acabe este año o a principios del que viene. Este accidente es el segundo en una obra pública en lo que va de noviembre, tras el trágico siniestro del pasado día 7 en la autovía del Mediterráneo a la altura de Almuñécar (granada), en el que murieron seis obreros, cinco de ellos de nacionalidad portuguesa, y heridas de diversa consideración a otros tres operarios de la obra. Los trabajadores fallecidos y heridos trabajaban en una subcontrata de la concesionaria de las obras. En este caso, se cayó al vacío parte de la estructura de hierro para el encofrado de un viaducto en construcción.