Alberto II culmina su ascenso al trono de Mónaco
Una ceremonia religiosa y otra militar han servido para consagrar al nuevo monarca
Hoy han culminado las ceremonias de entronización de Alberto II de Mónaco con varios actos de carácter religioso y castrense, y en presencia de representantes de 16 delegaciones extranjeras. Aunque Alberto es jefe de Estado del pequeño principado mediterráneo desde la muerte de su padre, Rainiero III, el pasado 6 de abril, ha querido imitar a su padre y diferir los actos de entronización en dos fechas distintas.
La primera, el 12 de julio pasado, adoptó la forma de un encuentro entre el príncipe y su pueblo, con actos sobrios y circunscritos a la participación de los monegascos. Para los actos de hoy invitó en cambio a delegaciones extranjeras que han ido a Mónaco para respaldar con su presencia la nueva andadura del Principado en manos de Alberto II, de 47 años, tras el largo mandato de su padre, que estuvo más de medio siglo al frente del pequeño Estado mediterráneo.
Los actos de esta entronización final han consistido en una misa católica en la catedral monegasca, y en una ceremonia de corte castrense en el Palacio de los Grimaldi. A estos actos han asistido representantes de casas reinantes, como la princesa Victoria de Suecia, los príncipes Haakon de Noruega, Alois de Liechtenstein, Mulay Rachid de Marruecos, Joachim de Dinamarca y Feisal Biin Al Husein de Jordania, así como el Gran Duque heredero Guillermo de Luxemburgo y los condes de Wessex, en representación del Reino Unido.
Entre los jefes de Estado que han respondido a la invitación de Alberto de Mónaco están el presidente de Islandia, Olafur Ragnar Grimsson, y los dos capitanes regentes de San Marino, mientras que han asegurado su presencia varios ministros, como el de Justicia francés Pascal Clement y el de Exteriores chipriota George Iacovu, así como el jefe de Gobierno de Andorra, Albert Pintat.
