Los dos turistas aplastados por un derrumbe en una playa portuguesa eran españoles

Una pareja de Daimiel (Ciudad Real) perdió la vida a última hora de la tarde de ayer en la playa portuguesa de Almagreira a consecuencia de un desprendimiento de rocas, que cayeron desde un acantilado de 15 metros de altura. El alcalde de la ciudad, José Díaz del Campo, ha confirmado la identidad de las víctimas: Carlos Barrajón Rodríguez-Barbero, de 30 años, y Lourdes Espinosa Pérez, de 28.

Ambos eran de Daimiel. Ella trabajaba en la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento, al cargo del taller de recuperación de memoria del Centro de Día de Mayores. Él se trasladó con su familia hace años a Madrid, pero regresó para vivir con su novia, con quien había comprado una casa en la calle del Triunfo.

El Consulado español en Lisboa había confirmado esta tarde que el hombre era español, y "presumía" que la mujer también los era, según fuentes consultadas por la agencia de noticias Europa Press. Barrajón pudo ser identificado porque su padre, alarmado por la noticia, llamó al consulado y proporcionó la matrícula del coche de su hijo, que coincidía con la del vehículo encontrado junto al acantilado, un Saab 9000 con matrícula de Madrid. Además, la policía encontró postales escritas en español y dirigidas a una dirección de Daimiel junto a los cadáveres.

Vecinos del lugar han indicado que hace dos años murió en ese lugar un joven alemán de 25 años que paseaba con sus amigos. El desprendimiento se produjo, según las primeras investigaciones, por las altas temperaturas en la zona. En la zona hay avisos de peligro por derrumbes, según el alcalde de Peniche, Jorge Gonsalves.