El Congreso rechaza de forma definitiva el trasvase del Ebro y da luz verde al Programa Agua

Casi un año después de que el Consejo de Ministros aprobara por real decreto modificar el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y derogar el trasvase del Ebro, el proyecto ha pasado esta tarde su último trámite y ha sido aprobado por el Congreso con el único voto en contra del PP, aunque este partido ha insistido en que recuperará el proyecto en cuanto vuelva a gobernar. Así, el Congreso ha dado luz verde al Programa Agua de actuaciones urgentes para las cuencas mediterráneas, recogido en el proyecto de Ley de modificación del PHN.

Para el Gobierno y sus socios de ERC e IU-ICV, se trata del primer paso hacia una nueva política del agua, basada en la desalinización de agua marina, la modernización de las infraestructuras y el ahorro, a los que seguirán, según ha anunciado la ministra Cristina Narbona, otros como la reforma de las Confederaciones Hidrográficas o la creación de bancos públicos de agua. Para la oposición, se trata sin embargo de "la sentencia de muerte" de una planificación hidrológica y de la única infraestructura -el trasvase- que serviría para cubrir el déficit hídrico que existe en el Levante español.

El debate y la votación del Plan en el Congreso ha transcurrido con la presencia de un grupo de representantes de la Plataforma en defensa del Delta del Ebro, cuyo tesón durante los últimos años en contra del trasvase ha sido elogiado hoy por varios grupos, que han citado al colectivo como "ejemplo" de movilización popular y democrática. En el patio del Congreso, este colectivo ha celebrado con aplausos la derogación del trasvase y ha corado eslóganes a favor de los ríos "vivos", y a la "fiesta" se han sumado unos minutos dirigentes políticos como la ministra de Medio Ambiente, el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, o el portavoz parlamentario de ERC, Joan Puigcercós.

Las novedades del PHN

El nuevo PHN incluye, además de la derogación deltrasvase del Ebro o del "minitrasvase" previsto entre el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) y la localidad barcelonesa de Abrera, todas las obras incluidas en el Programa de Actuaciones para la Gestión y el Uso del Agua (AGUA) y una amplia revisión de la Ley de Aguas. Entre las novedades de la Ley de Aguas destaca la obligación que tendrán las confederaciones hidrográficas de emitir un informe previo sobre los planes que aprueben las comunidades y que impliquen la utilización de nuevos recursos hídricos.

Continúa en el PHN el trasvase entre el Júcar -desde el embalse de Cortés en Valencia- hasta la comarca alicantina del Alto Vinalopó, aunque en contra del criterio de los grupos de IU-ICV y de ERC, que han lamentado que este proyecto persista ya que entienden que las mismas razones técnicas, económicas y ambientales que justificaron la derogación del trasvase del Ebro son aplicables a esta obra. Narbona ha advertido de que la aprobación del nuevo PHN supone "sólo el primer paso" en la reorientación de la gestión del agua, y ha contrastado la política del PP, "basada en las grandes infraestructuras", con la del PSOE, "basada en la racionalidad económica, en el respeto al medio ambiente y en la innovación tecnológica".

Para el líder del PP, Mariano Rajoy, la "liquidación" del PHN supone un "error descomunal" que será "malo" para Aragón, para Tarragona y para todo el Levante, ha agregado que "por paradójico que pueda resultar, aquí no ha ganado nadie y han perdido todos", y ha apuntado que "si acaso ha ganado el Mar Mediterráneo". La diputada popular María Angeles Ramon-Llin ha insistido en que el nuevo PHN no satisface las demandas "de nadie", y ha indicado que en el pleno se ha visualizado hoy el "ultimátum" de ERC al PSOE para apoyar la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha hecho un llamamiento al PP de Aragón para que convenzan a su partido de que deje de reivindicar el trasvase del Ebro, una infraestructura que "ni se puede ni se debe hacer".