La policía descubre un zulo de ETA en un pueblo de Burgos con material para fabricar seis bombas
Detenido un joven en Mondragón por su presunta relación con ETA
La policía ha encontrado hoy en el pueblo burgalés de Cabaña un escondite de ETA en el que había guardadas diez bolsas con ocho kilos de clorato sódico y uno de azufre, material suficiente como para fabricar hasta seis artefactos de poca potencia similares a los usadas en las acciones de la banda del pasado verano. Esta mañana, la Guardia Civil detuvo a un hombre en la localidad guipuzcoana de Mondragón por su presunta relación con la organización terrorista.
Eneko Ostolaza, de 23 años y natural de Markina (Vizcaya), ha sido arrestado dentro de la operación policial abierta de madrugada en varias localidades de esa provincia del País Vasco, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Los agentes de la Guardia Civil, dirigidos por el Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, han registrado varias viviendas en Lekeitio, Aulestia y Bilbao, y se han incautado de decenas de ejemplares del boletín interno de ETA, Zutabe.
Esta operación está relacionada con la detención el pasado miércoles en la localidad vizcaína de Ermua de Mikeldi Zenigaonaindia Arizaga e Iker Legarra Gorostola, que fueron interceptados en un control policial cuando transportaban medio centenar de boletines en el maletero de su coche.
El escondrijo de ETA descubierto en Burgos se encuadra sin embargo en la operación que permitió la semana pasada la detención de tres personas a sueldo de la organización terrorista que pretendían reconstruir el complejo Donosti. Agentes de la Comisaría General de Información de Madrid y de la Brigada de Información de San Sebastián han hallado el zulo con ocho kilos de clorato sódico y uno de azufre, y un aparato de radio para hacer estallar a distancia los artefactos, según han informado a la agencia de noticias Europa Press fuentes de la investigación.
Con estos materiales, los expertos de la policía consideran que ETA podría haber fabricado hasta seis pequeñas bombas como las colocadas durante el verano y luego en el puente de la Constitución. A partir de este hallazgo la policía sospecha que al menos uno de los tres detenidos podría haber tenido relación con los citados atentados; en concreto se trata de Carmelo Laucirica Oriye, de 27 años.
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