PSOE y PP pactan una declaración institucional a favor de las víctimas del 11-M

No hubo acuerdo respecto al texto de recomendaciones que la comisión del 11-M concluyó esta semana, pero al final, a dos días para el primer aniversario de la matanza, PSOE y PP han llegado al consenso en torno a una declaración institucional que el pleno del Congreso aprobará mañana en la que se destaca la necesidad de apoyar a las víctimas y se elude cualquier mención a los autores de la masacre.

La declaración expresa "la solidaridad y el reconocimiento" a los afectados por los atentados de Madrid y, en general, a "todas las víctimas que durante años han sufrido el azote bárbaro del terrorismo". Tanto socialistas como populares defienden que la lucha antiterrorista tiene que ser "la prioridad fundamental de toda la acción política" y ha de estar "dirigida con igual intensidad a todas las formas de terrorismo".

El borrador del texto comienza recordando que el 11-M ha sido el "más cruel y terrible atentado terrorista de la historia reciente de España y de Europa" tras causar 191 muertos y miles de heridos. A continuación, se añade que "la unidad de las fuerzas políticas, la firmeza del Estado de Derecho y la solidaridad con las víctimas son los pilares inquebrantables de la respuesta democrática al terrorismo".

El documento subraya que ante este fenómeno, "todas las víctimas son iguales", si bien se destaca, con motivo del aniversario, el compromiso "firme y decidido" de apoyar de forma "permanente e integral" a los afectados del 11-M para contribuir a su plena reparación.

Sin referencias a la autoría

No se hace ninguna referencia a la autoría de la masacre, aspecto sobre el que PSOE y PP han venido discrepando en el desarrollo de los trabajos de la comisión de investigación.

La segunda parte de la declaración se centra en la amenaza del terrorismo al marco de convivencia acordado por los españoles en 1978. En este sentido, se reitera la necesidad de "perseverar en la unidad de los representantes de la soberanía popular en la condena sin paliativos de los atentados y en el compromiso irrenunciable de seguir luchando contra todo tipo de terrorismo". Se hace un llamamiento al Gobierno, a la UE, a las Naciones Unidas y al resto de organizaciones internacionales para "cooperar activamente" en la prevención de actos terroristas al entenderse que la colaboración supranacional es "el activo más importante" para erradicar esta "lacra".

La declaración concluye acentuando el respaldo a las víctimas y el convencimiento de que acabarán imponiéndose los valores de "la libertad, la igualdad, la justicia, el pluralismo político y la democracia".