Zapatero replica a Ibarretxe que el futuro lo decidirán todos los vascos y no sólo la mitad

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha opuesto al discurso del lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el Congreso, el argumento de que su proyecto es sólo el plan de la mitad de los vascos y que el futuro de Euskadi han de decidirlo "entre todos y para todos". Sin embargo, ha pedido que nadie entienda la votación -que se ha resuelto según estaba previsto, con 313 en contra, 29 a favor y dos abstenciones- en clave de victoria o de derrota porque "no es el final de un plan sino el día en que asistimos a un nuevo proyecto para Euskadi y para el conjunto de España".

Zapatero ha comenzado su alocución justificando la celebración del debate con tres razones: el respeto a la voluntad del Parlamento vasco, la idea de que las grandes decisiones deben debatirse en el Parlamento y la convicción de que el derecho de propuesta debe tener el mayor cauce efectivo.

A continuación, el presidente del Gobierno ha acusado al lehendakari de emprender un juego falso con un "enfrentamiento de legitimidades" y ha recordado que el derecho a decidir no corresponde sólo a un grupo de vascos, sino a todos y a todos los españoles, aunque, según ha recordado en referencia a las víctimas, "algunos vascos ya no podrán decidir". El jefe del Ejecutivo se ha amparado después en esa falta de consenso y en "la ley" para justificar los votos en contra de la reforma aprobada por el Parlamento Vasco y se ha comprometido a hacer cumplir la ley tal y como en su día hizo con la promesa de retirar las tropas españolas de Irak.

Mirar al futuro

Zapatero ha comparado después el proyecto de Ibarretxe -"basado en un concepto de la legitimidad que ya no es y de un concepto del Estado Nación que ya no es"- con la "poderosa" fuerza que sustenta "nuestra unión como país", y que ha definido como "la fuerza más poderosa": la libertad, la democracia, el pacto colectivo, la limitación del poder... "Defiendo la integridad de España", ha afirmado el presidente del Gobierno, "porque sólo así disfrutaremos de una igualdad real".

En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha vuelto a esgrimir su concepto de la "España plural" que reconce la identidad de los pueblos, cuyos derechos a veces han sido negados por la historia y ha tratado de desmontar los argumentos históricos esgrimidos por Ibarretxe. "Dejemos a la historia que descanse. En cada momento el mundo es responsabilidad de las generaciones vivas", ha afirmado y ha invitado a continuación al lehendakari a mirar hacia delante, al futuro, a la Constitución Europea que entrará en vigor en 2007 en vez de a la abolición foral de 1839.

Pero Zapatero no ha querido concluir su discurso -trufado de citas de Herman Hesse, Mario Onaendía, Camus...- sin dejar una puerta abierta a la presentación de otro proyecto, siempre que sea conforme con la ley. "El hombre rebelde es un hombre que dice no pero que a partir de ahí empieza a crear una realidad nueva" ha afirmado y ha pedido que el previsible rechazo del plan Ibarretxe en el Congreso sea "un nuevo comienzo para Euskadi que ha de tener el respaldo de todos y la mirada puesta en el futuro".