Ibarretxe: "El futuro nos pertenece a los vascos. Lo escribiremos de nuestro puño y letra"

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha proclamado el "derecho a decidir [del pueblo vasco] y la obligación de pactar [del Gobierno central]" durante la defensa en el Congreso de la reforma del Estatuto de Autonomía que aprobó por mayoría absoluta el Parlamento vasco el pasado 30 de diciembre. No obstante, durante toda su intervención ha advertido en numerosas ocasiones que "el futuro nos pertenece a los vascos". "Los escribiremos nosotros de nuestro puño y letra", ha sentenciado al final de su alocución, en un claro desafío al seguro rechazo del Congreso a su proyecto.

Ibarretxe ha arrancado su discurso lamentando la actitud de PP y PSOE por su negativa a no negociar el plan: "Celebramos este pleno con prisas y con escaso debate. Hay grandes prisas por acabar; prisas, muchas prisas cuando este es un debate que necesita de serenidad". Después ha querido desmarcarse del terrorismo para contrarrestar las críticas recibidas por aceptar los votos de Batasuna para sacar adelante la reforma de Estatuto. "ETA hace un daño inmenso a las familias de las víctimas", pero también, ha asegurado, "a la imagen del pueblo vasco". "Nada hace más daño al pueblo vasco que la violencia de ETA", ha dicho.

En todo caso, el lehendakari ha aclarado que el "conflicto vasco", al margen de la violencia, se remonta 200 años en la historia. "El contencioso vasco, la cuestión vasca, como ustedes quieran denominarla, no es nueva en esta Cámara, y yo tampoco soy la primera persona ni, con toda seguridad, la ultima persona en venir aquí". Así, ha hecho suyas unas palabras que el lehendakari José Antonio Aguirre pronunció en esa misma tribuna de oradores en 1935 a los congresistas republicanos, cuando se rechazó el primer proyecto de Estatuto vasco: "Nosotros vinimos con un espíritu de cordialidad del que vosotros no os dais cuenta".

"El derecho a decidir y la obligación de pactar"

"Vengo a presentar una nueva propuesta de Estatuto con la mano tendida, para abrir un proceso negociador; no se puede dar un no sin negociar antes", ha continuado Ibarretxe, quien ha querido centrar su discurso en una idea que ha repetido varias veces: "El derecho a decidir y la obligación de pactar". Ése ha sido su primer mensaje, confiado en que "existe una solución, un punto de encuentro". El lehendakari ha vuelto a echar la vista atrás para reprochar al Estado español que 25 años después de la aprobación del Estatuto de Guernika "hoy sigue sin cumplirse". Enseguida a retomado la defensa del plan soberanista que lleva su nombre para proclamar que "no he venido a hablar de pasado sino de futuro".

Después de asegurar que el autogobierno contemplado en el Estatuto de Guernika ha sido "sinónimo de bienestar" para la sociedad vasca, Ibarretxe ha reclamado el derecho de los vascos a una mayor autonomía. "Queremos más autogobierno para vivir mejor, no para enfrentarnos con Madrid", ha aclarado Ibarretxe, aunque a renglón seguido a vuelto a lanzar su desafío: "Ustedes, Zapatero o Rajoy, no van a sustituir la voluntad de los vascos, los que vivimos y trabajamos en Euskadi somos los que que decidiremos nuestro futuro". Pese a esta amenaza, Ibarretxe ha recuperado el tono conciliador para asegurar que su propuesta es para la convivencia. "Es una propuesta para convivir no para romper. El nuevo Estatuto no habla de ruptura sino de convivencia, no de imposición sino de libre asociación". Y ha añadido: "Euskadi no es una parte subordinada del Estado español", que sólo será un proyecto en común "si las partes que lo componemos así lo decidimos".

Consulta en respuesta al "portazo"

En su turno de réplica, Ibarretxe ha apuntalado los ejes de su discurso y ha confirmado que su respuesta a la negativa del Congreso a aprobar su plan soberanista será la convocatoria de un referéndum. "Si esta Cámara decide dar un portazo, lo que haré será cumplir mi palabra, trasladar la palabra al pueblo para que todos oigamos el clamor de la sociedad vasca", ha concluído. Ya antes, durante su primera intervención, ha expresado su optimismo ante el futuro inmediato en el País Vasco porque, "pase lo que pase, no será ni el comienzo ni el final de un camino que no tiene vuelta atrás". "Terminará en una consulta democrática que, espero, sea con plena validez jurídica".