Ibarretxe pide serenar el debate sobre su plan porque "se está sacando de quicio"
EA denuncia que la crítica al plan sólo se produce a base de "insultos y bravatas"
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha pedido hoy que se serene el debate sobre su proyecto soberanista porque, a su juicio, "se está sacando de quicio". El presidente vasco ha pedido "calma, sosiego y menos nerviosismo" y que no haya miedo a debatir la propuesta, porque detrás de un debate no puede haber sino buenas intenciones por parte de aquel que quiera debatir, tenga los argumentos que tenga".
Aunque no era su intención, Ibarretxe ha tenido que referirse a su plan soberanista en la inauguración de los tramos de la línea 2 del Metro de Bilbao. Lo ha hecho para pedir "calma, sosiego y menos nerviosismo" que el que, a su juicio, está centrando el devenir de su propuesta. Según ha dicho, se debe "colaborar, primero con la mano tendida, y segundo aportando calma y serenidad a un debate que lo necesita". "Se está sacando de quicio", ha sentenciado Ibarretxe, y por eso ha hecho un llamamiento a todos, en especial a los partidos y dirigentes políticos y a los medios de comunicación para que aporten clama a esta cuestión.
En este sentido, ha asegurado que no se puede tener miedo de los debates democráticos, porque "detrás de ellos no puede haber sino buenas intenciones por parte de aquel que quiera debatir, tenga los argumentos que tenga, y sobre todo amor a la sociedad vasca y al pueblo vasco detrás de cada una de las posiciones, aunque éstas sean diferentes".
Por su parte, el portavoz parlamentario de EA, Rafael Larreina, también presente en el acto, ha denunciado que no se haya producido todavía ninguna crítica coherente al plan Ibarretxe, más allá de "bravatas e insultos". "Hay demasiada gente en el Estado español que todavía no ha asumido que estamos en democracia y que su cabeza está todavía en los esquemas del antiguo régimen dictatorial. Eso les lleva a hacer uso de todo tipo de amenazas", ha dicho.
Según Larreina, "este tipo de exabruptos se producen cuando no hay argumentos y cuando lo que prevalece es, por un lado, un nacionalismo español excluyente y, por otro, un fundamentalismo constitucional que niega lo que dice defender".
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