Descartan la implicación de una tercera persona en la muerte de la mujer y el bebé de Plasencia
Fuentes de la investigación apuntan a que la joven escondió su embarazo "por temor a la ley musulmana"
La Policía Nacional ha descartado la implicación de terceras personas en relación con la muerte de una mujer marroquí de 35 años y de su bebé recién nacido, cuyos cuerpos, sin signos de violencia, se encontraron el pasado día 5 en su domicilio del municipio cacereño de Plasencia.
El inspector jefe en funciones de la Policía Nacional de Plasencia, Félix Jiménez, ha confirmado hoy que, según las primeras diligencias practicadas tanto por la Policía como por la autoridad judicial, se puede desechar la hipótesis de que existan terceras personas implicadas en las muertes. Jiménez ha revelado además la identidad de la mujer: se trata de Samira Mramech, natural de Kenitra (Marruecos), que vivía sola en Plasencia.
Asimismo, ha apuntado el dato de que la vivienda, ubicada en el tercer piso del número 92, de la calle Ancha de Plasencia, se encontraba cerrada por dentro, con las llaves puestas y con todas la ventanas cerradas, "hecho que impidió que la hermana de la fallecida pudiera acceder a la vivienda a pesar de que disponía de una llave".
Una boda concertada
El responsable policial ha indicado que, a falta de conocer el resultado de las autopsias, practicadas ayer, todo apunta a que la mujer murió desangrada como consecuencia de haber dado a luz a su bebé sin asistencia médica. En cuanto a las circunstancias que motivaron que la fallecida no pidiera ayuda, fuentes de la investigación han indicado a Efe que al parecer la joven no quería que se supiese que estaba embarazada "por temor a la ley musulmana".
Jiménez ha añadido que la mujer, que falleció entre el 17 y el 20 de diciembre, estuvo casada con un vecino de Moraleja, pero el matrimonio duró apenas dos meses, por lo que la Policía sospecha que fue una boda concertada. La mujer tenía dos hijos de una relación anterior, uno de 14 años que estudia en Armenteros (Salamanca), y una chica de 16 que vive en Marruecos. Según el relato policial, una hermana de la fallecida, que no sabía que ésta estaba embarazo, fue quien dio la voz de alarma el pasado día 5, alertada ante el hecho de que nadie respondiera al timbre en el domicilio y no pudiera acceder con su propia llave.
La Policía Nacional avisó a los bomberos, que entraron en la vivienda donde fueron localizados los cuerpos de la joven, tendido en el pasillo, y de su hijo recién nacido, sobre una cama, aseado y envuelto en una toalla. Representantes de la Asociación Multicultural Nexo de Talayuela (Cáceres), con su presidenta Huria Dkhissi a la cabeza, han acudido hoy a Plasencia para intentar agilizar al máximo los trámites para la repatriación de los dos cadáveres.
