El jefe de los integristas intentó comprar los explosivos a un delincuente común

El presunto líder de la célula integrista desarticulada ayer, el argelino Mohamed Achrat, había establecido contactos ya con una persona para conseguir las armas y explosivos con los que pretendía atentar contra la Audiencia Nacional. Un mauritano que se encuentra en paradero desconocido condujo a Achrat junto a un delincuente común de nacionalidad española que actualmente está en prisión, pero el negocio no cuajó porque éste no se fió del argelino, según han informado fuentes de la investigación.

Achrat, de 30 años, estuvo encarcelado en España hasta 2002 por delitos comunes, y fue arrestado de nuevo en Suiza hace unos días. Según fuentes de la investigación, fue el encargado de "reclutar" a integristas para formar una célula terrorista; las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado interceptaron llamadas telefónicas y cartas en las que expresaba su intención de atentar contra la Audiencia o contra otro órgano judicial.

Su plan dio un paso definitivo hacia adelante el pasado verano, cuando comenzó a perfilar el atentado, pero necesitaba conseguir los explosivos necesarios para hacerlo. En ese sentido, además de lo ya expresado sobre su contacto con un delincuente común español, fuentes de la investigación han descartado que Achrat entablara relación con miembros de la organización terrorista ETA para lograr los explosivos.

En concreto, han negado que contactara con José Rego Vidal, un etarra encarcelado por tratar de matar al Rey con el que coincidió en el módulo de ingreso de Valdemoro (Madrid) entre enero y febrero de 2001. Esta información, desmentida rotundamente por los investigadores, ocupa un lugar muy relevante en la edición de hoy del diario El Mundo.