El minero Trashorras pudo entrenar a los autores del 11-M en el manejo de explosivos
Un informe de la Guardia Civil asegura que los activistas consiguieron la goma 2 en un plazo no superior a cinco semanas
El ex minero Emilio Suárez Trashorras, en prisión por su vinculación en la trama de los explosivos de los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid, podría haber sido quien proporcionó a los autores de la masacre el entrenamiento necesario para manipular los detonadores y la Goma 2 Eco utilizados en las explosiones de los trenes, según se desprende de la investigación realizada por la Guardia Civil, que se ha conocido hoy. Igualmente, se concluye también que los terroristas se hicieron con 90 kilos de los explosivos utilizados en un espacio de tiempo no superior a cinco semanas.
En un documento de 39 páginas remitido al juez que instruye el caso y que se ha conocido hoy al levantarse parcialmente el secreto del sumario para facilitar el juicio de el gitanillo un menor ligado a la trama, la Guardia Civil llega a la conclusión que Jamal Ahmidan, el Chino -uno de los supuestos autores del atentado, que se suicidó en el piso de Leganés-, carecía del conocimiento necesario para manejar explosivos tan sólo unos meses antes de los atentados, pero que sí llegó a tener la "capacitación suficiente en el manejo y manipulación de detonadores y explosivos" para la fecha del atentado. Así, se concluye que la relación de Suárez Trashorras con los autores del 11-M pudo ir más allá de un mero "intercambio comercial" de sustancias estupefacientes por material explosivo y que fue "intensa, directa y continuada en el tiempo hasta días inmediatamente anteriores a la perpetración de los atentados". Teniendo en cuenta que el minero "tenía demostrada experiencia en la manipulación y manejo de los detonadores y explosivos específicos utilizados por los terroristas", se "estima posible" que fuera él quien proporcionara a los terroristas el entrenamiento necesario "entre enero y marzo de 2004".
En el informe, que ha sido enviado también a la Comisión parlamentaria del 11-M, se analizan las llamadas que intercambiaron el Chino y Trashorras, en especial una del 29 de febrero, cuando Ahmidan fue detenido en un control cuando viajaba de Asturias a Madrid cargando explosivos. "Si Jamal Ahmidan actuaba como lanzadera, la llamada a Emilio Suárez podría implicar que el mismo Emilio viajaba en otro vehículo que componía la misma expedición, y que fue avisado por Jamal al objeto de tomar las precauciones necesarias". Sin embargo esta hipótesis no ha podido ser confirmada.
Del análisis de las llamadas también se puede llegar a la conclusión de que el minero y su mujer, Carmen Toro -actualmente en libertad por orden de Del Olmo-, pudieron haber visitado la casa de Morata de Tajuña donde se prepararon los artefactos tan sólo dos semanas antes de los atentados y que Carmen Toro tuvo un papel "activo e imprescindible" en el entramado de los explosivos.
La mina
El informe destaca también que al menos 90 kilos de los explosivos utilizados por los terroristas podrían haber salido de Mina Conchita, en un "breve espacio de tiempo, no superior a cinco semanas", entre el 23 de enero de este año y el 28-29 de febrero. 70 de esos kilos "podrían haber ido empaquetados en su bolsas originales", dado que se hallaron en el piso de Leganés 14 bolsas vacías de las utilizadas para el transporte de explosivos que contienen habitualmente cada una 5 kilos de Goma 2. Así, la "pérdida" de explosivos en tan poco espacio de tiempo y contenidos en sus embalajes originales "sólo pudo ser llevada a cabo por personal laboral de la mina", cuyos registros de los dos meses previos a los atentados demostraban "una evidente falta de rigurosidad en las anotaciones".
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