El ex general Galindo sale de prisión para cumplir el resto de condena en su casa

El ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, condenado a 75 años de reclusión por el secuestro y asesinato en 1983 de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, ha salido hoy de la prisión de Ocaña II (Toledo). Instituciones Penitenciarias decidió el pasado miércoles que el resto de su condena lo cumpliría en su domicilio, donde recibirá tratamiento médico extrapenitenciario por la grave enfermedad cardiovascular que padece.

Galindo, de 65 años, ha salido de prisión a las 19.20 horas, en un turismo con los cristales tintados en el que viajaban sus escoltas. El ex general, que ya había cumplido diez meses de prisión preventiva durante la instrucción del sumario del caso Lasa-Zabala, ingresó en la cárcel de Alcalá de Henares en mayo de 2000 para cumplir una condena de 71 años de cárcel que le impuso la Audiencia Nacional por los asesinatos.

En julio de 2001, el Supremo elevó dicha condena en cuatro años al aplicarle el agravante de prevalimiento del carácter público de su cargo en el delito de secuestro. Galindo recurrió su condena al Tribunal Constitucional, aunque en julio de 2002 rechazó dicho recurso por siete votos a cinco. En julio de 2003 fue trasladado a la prisión civil de Ocaña, en Toledo, aunque hacía ya quince meses de su pérdida de condición de militar como consecuencia de la sentencia.

Indulto denegado

Su familia solicitó el indulto para Galindo en julio de 2001. Tanto la Fiscalía como el Tribunal Supremo informaron en contra de su concesión al Gobierno. En marzo de este mismo año, Javier Gómez Bermúdez, entonces juez de vigilancia penitenciaria y hoy presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional modificó el régimen penitenciario del ex general, lo que le permitía acceder al tercer grado sin necesidad de cumplir la mitad de la condena impuesta. Sin embargo, con la decisión de Instituciones Penitenciarias no se le concede el tercer grado, sino que se opta por dejar que pase el resto de su condena en su domicilio por motivos de salud.

La sentencia dictada en abril de 2000 por la Audiencia Nacional consideró probado que los cinco condenados -además de Rodríguez Galindo, el ex gobernador civil de Guipúzcoa Julen Elorriaga, el ex teniente coronel Angel Vaquero, y los ex guardias civiles Enrique Dorado y Felipe Bayo- decidieron secuestrar en Francia a Lasa y Zabala, interrogarles en el Palacio de la Cumbre de San Sebastián y finalmente darles muerte y enterrar sus cuerpos en cal viva.