Zapatero e Imaz discrepan sobre el 'plan Ibarretxe' pero abren un diálogo "sin crispación"

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mostrado esta mañana al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, sus discrepancias con el modelo de Estado expuesto en el Plan Ibarretxe, aunque ha confiado en que a partir de ahora el diálogo "sin crispación, franco y sincero" con las instituciones vascas permita "allanar las dificultades". Por su parte, Imaz ha pedido a Zapatero que abra un debate sobre todas las propuestas de reforma del modelo territorial, al tiempo que ha exigido "respeto" para la propuesta de autogobierno que emane del Parlamento y de la sociedad vasca.

Zapatero ha expuesto a Imaz sus prioridades de cara al nuevo curso político y ha presentado sus propuestas de reforma de la Constitución y de los estatutos en una reunión que ha durado una hora y media, el primer encuentro que mantiene un jefe del Gobierno con un presidente del PNV en seis años, desde el que se produjo en septiembre de 1998 entre José María Aznar y Xabier Arzalluz. Según han informado fuentes del Ejecutivo, el Gobierno ha constado que la "atmósfera" de la relación con el PNV "ha cambiado", pues la "escalada de tensión" que se había producido durante los gobiernos del PP "ha descendido" y "donde antes se levantaban murallas, ahora se tienden puentes".

Así, Zapatero e Imaz han coincidido en el análisis de la actitud frente a ETA —exigir que cese su actividad— y en la conveniencia de que se apruebe la Constitución Europea, aunque han discrepado en la propuesta del modelo de Estado del lehendakari, Juan José Ibarretxe, que para el Ejecutivo "no es el camino hacia la concordia y la solución al problema en el País Vasco". No obstante, según estas mismas fuentes, ambos han subrayado su voluntad de "allanar las dificultades" a través de un amplio debate, que no se

había producido desde hace ocho años, en los que había "un enfrentamiento institucional abierto y un cruce de insultos y amenazas".

El fin de la "incomunicación institucional"

Fuentes del Ejecutivo han hecho hincapié en la importancia de recuperar la fluidez en el diálogo para poner fin "a la incomunicación institucional" entre el Estado y las instituciones vascas, al tiempo que han señalado que precisamente este "descenso de la escalada de tensión" y del "dramatismo" curiosamente "coincide con el aumento de la preocupación de Mariano Rajoy", quien ayer hizo esta apreciación tras reunirse con Zapatero y discutir sobre el modelo de Estado. El diálogo entre instituciones es, para el Gobierno, "el camino" para facilitar la solución a los problemas y para evitar malentendidos.

Además de las diferencias sobre el proyecto de Ibarretxe, Zapatero e Imaz han diferido sobre el Pacto Antiterrorista suscrito por el Gobierno, el PP y el PSOE, un desacuerdo normal, según el Ejecutivo, puesto que "no sería lógico esperar que en la primera entrevista fructificaran resultados clamorosos y espectaculares". Donde sí han coincidido los dos interlocutores es en la postura que consideran que hay que tomar ante la banda terrorista ETA, y el diagnóstico común fue que "la única respuesta que hay que dar es reiterar la exigencia de que cese su actividad".

Sin embargo, no han abordado asuntos como el acercamiento de presos al País Vasco ni tampoco las declaraciones de Arzalluz sobre unas supuestas negociaciones de Zapatero con la banda terrorista. Respecto a la Constitución Europea, también ha habido consenso entre Zapatero e Imaz, que han coincidido en describirla como "un paso adelante". Los Presupuestos Generales del Estado para 2005 han sido objeto de una mínima mención en el encuentro, y si bien ambos han considerado que el marco adecuado de negociación está en las reuniones que el PSOE mantiene con todos los grupos parlamentarios, el Gobierno se ha mostrado "optimista" ante la posibilidad de recabar un "respaldo muy holgado" tanto en el Congreso como en el Senado, según las mismas fuentes.