El hijo de Estevill no se sentará en el banquillo al pactar también la condena

Javier Pascual Franquesa, hijo del ex magistrado Lluís Pascual Estevill y uno de los imputados junto a su padre en la trama de corrupción y sobornos que rodea al ex vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ya no se sentará en el banquillo de los acusados al haber pactado hoy su condena. Después de que las acusaciones hayan rebatido hoy las cuestiones previas de la defensa y planteadas las suyas propias, el juicio queda suspendido hasta el próximo lunes, cuando el tribunal se pronunciará sobre esas cuestiones previas y el ex juez Estevill declarará como el principal acusado en la causa.

Las acusaciones populares y particulares han adaptado la pena que pedían para el hijo de Estevill a la del ministerio fiscal, por lo que Javier Pascual Franquesa se ha conformado con un año de prisión, que no cumplirá, y una multa de 9.720 euros por un delito de alzamiento de bienes. La misma pena de cárcel ha pactado con las acusaciones el empresario José Manuel Prades Sorli, también imputado del delito de alzamiento de bienes, aunque deberá pagar una multa de 8.640 euros, inferior a la de Pascual Franquesa.

Según la calificación fiscal, Javier Pascual y José Manuel Prades ayudaron a Estevill ha realizar "diversos actos de desapoderamiento y ocultación de bienes" a través de una serie de negocios fraudulentos que tenían como objetivo ocultar el patrimonio del ex magistrado y evitar así que le embargaron 202 millones de pesetas (más de 1,2 millones de euros) que el juez instructor le había exigido como fianza por su imputación en esta causa.

El resto de los imputados

En la primera jornada del juicio, que juzga la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el empresario Rogelio Roca Salamanca ya se conformó con la pena propuesta por el ministerio público, que pedía seis meses de prisión y 22.525 euros de multa por un delito de cohecho y una multa de 1.800 euros por amenazas incondicionales.

En 1998, Rogelio Roca cobró 7,5 millones de pesetas (45.076 euros) de tres empresarios inmobiliarios que habían sido imputados por Estevill en el caso Idelco y "amedrentados" por el ex juez para que financiase la importante deuda que su amigo joyero había contraído con un banco. Sin el concurso de Pascual Franquesa, Prades Sorli y Roca Salamanca -tres imputados con un papel menor en la trama- ni de Joan Vives Rodríguez de Hinojosa padre, cuya grave demencia le ha incapacitado para se juzgado, la vista continúa para otros siete acusados.

Los dos principales son Lluís Pascual Estevill, quien en mayo del 2003 admitió su culpabilidad en los hechos que se le imputan, y el abogado penalista Joan Piqué Vidal, a quien el ex juez acusa de ser el principal inductor de los sobornos que él recibía, pese a que Piqué lo ha negado. El ex vocal del CGPJ está acusado de siete delitos de prevaricación y otros de detención ilegal, amenazas, cohecho y alzamiento de bienes que presuntamente cometió cuando ejerció como magistrado en Barcelona y Terrassa, y se enfrenta a una petición de diez años de cárcel y 21 de suspensión en el cargo. El resto de imputados son los abogados Joan Vives Rodríguez de Hinojosa hijo y Alberto Salazar Cortada, y los empresarios Wilhelm Richard Lumb, Eduardo Soteras Carrera y Juan Antonio Vidal Roca.