La Generalitat califica de "broma pesada" la amenaza de bomba en Tarragona

"Una broma pesada, ganas de molestar". Así ha calificado la consejera de Interior de la Generalitat catalana, Montserrat Tura, la falsa amenaza de bomba, en nombre de ETA, que ha obligado a desalojar cinco playas de la localidad tarraconense de San Carlos de la Rápita. Una llamada al diario Gara ha avisado a las 14.05 de que un artefacto explotaría 15 minutos después y se ha acordonado la zona, pero los agentes no han encontrado nada. Dos horas y media horas después, se han reabierto todas las playas de la zona, que habían sido desalojadas.

Tura ha informado de que han tenido que ser desalojadas cinco playas, aunque finalmente la alarma ha resultado falsa. La medida ha afectado, según fuentes del ayuntamiento de San Carlos de la Rápita, a alrededor de un millar de bañistas, que han tenido que evacuar las playas para que los técnicos del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (GEDEX) rastrearan bajo la arena, con la ayuda de perros adiestrados, en busca de los supuestos artefactos. La Guardia Civil ha concluido la búsqueda del supuesto explosivo sin encontrar nada y las playas han vuelto a abrirse al público sobre las 16.30.

Las playas han vuelto a llenarse en cuanto la Policía Local ha retirado los cordones de seguridad, aunque algunos lo hacían con ciertos reparos, como una mujer con tres hijos que ha vuelto "porque los niños insistían", pero ha reconocido que ella tenía "un poco de miedo". La consejera Tura ha explicado también que en los últimos días los bomberos, policía o centrales de emergencia han recibido diversas llamadas en las que se avisaba de la colocación de bombas en las playas u otras zonas de la localidad. Por ello, antes de concluir la búsqueda se inclinaba a pensar que "la llamada era incierta".

La llamada a 'Gara'

La diferencia en este caso, como ha señalado la consejera, es que la llamada se ha recibido en Gara, que ha actuado tradicionalmente como portavoz oficioso de la banda. El comunicante ha efectuado al menos dos llamadas al diario. En la primera ha anunciado la colocación de 150 kilos de explosivo y en la segunda ha afirmado que la bomba, de 15 kilos, estaba en una mochila escondida bajo la arena. Esos datos contradictorios han levantado sospechas sobre la veracidad del aviso.

Tura ha señalado que "la manera en que se ha hecho el aviso no corresponde a la manera de actuar de ETA". "Quiero agradecer la paciencia de los ciudadanos de Sant Carles por las molestias ocasionadas por estas llamadas, que espero que se acaben si logramos localizar el lugar desde donde se hacen", ha concluido Tura.

El pasado fin de semana la banda terrorista reapareció tras varios meses de inactividad con la explosión de dos artefactos de escasa potencia en las playas de San Vicente de la Barquera (Cantabria) y Ribadesella (Asturias). Las fuerzas de seguridad del Estado alertaron la pasada semana de que seis presuntos integrantes de la banda preparaban una campaña de atentados en zonas turísticas españolas.