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El Papa bendice a los Príncipes de Asturias y les desea que formen "un hogar feliz"

Don Felipe y doña Letizia cumplen así con la tradicional visita al Vaticano de los miembros de la familia real tras un enlace matrimonial

Juan Pablo II ha recibido hoy en audiencia a los Príncipes de Asturias tras su matrimonio, cumpliendo así una tradición de la Casa Real española. El Pontífice ha bendecido el enlace de Don Felipe y doña Letizia y les ha deseado que formen "un hogar feliz" que sea también "punto de referencia ejemplar para tantas familias" españolas.

El príncipe Felipe y su esposa, Letizia Ortiz, han cumplido hoy con la tradicional visita al Papa tras su enlace matrimonial y fueron recibidos a las 11.00 horas por el Pontífice en una audiencia que duró unos 25 minutos. Los Príncipes de Asturias pudieron dialogar en privado con el Santo Padre durante cinco minutos.

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En el transcurso de la audiencia, el Papa comunicó a la pareja, en un breve mensaje en español, que "el nacimiento de una nueva familia es un gran acontecimiento para los esposos y para la sociedad", y después les agradeció su visita al Vaticano para recibir la bendición.

"Me es grato recibirles en esta audiencia, poco tiempo después de haber celebrado el sacramento del matrimonio, y les agradezco la deferencia de haber querido visitarme en los comienzos de su vida conyugal. El nacimiento de una nueva familia es siempre un gran acontecimiento. Lo es para los esposos, cuyo amor mutuo se enriquece y afianza con la gracia divina. Lo es también para las respectivas familias y para la sociedad, pues una convivencia fiel que no caduca, conlleva nuevas esperanzas y promesas de vida", dijo Juan Pablo II.

En el mensaje, el Papa deseó que la pareja real "forme un hogar feliz, el cual, por el relieve que tiene en la sociedad española, sea también punto de referencia ejemplar para tantas familias de esa querida nación".

Durante la audiencia, marcada por la cordialidad y el cariño que el Santo Padre siempre ha expresado por la familia real española, Juan Pablo II quiso saludar a sus Majestades los Reyes, "así como a todos los españoles que en este tiempo les han dado expresivas muestras de afecto".

Intercambio de regalos

Doña Letizia llevaba un vestido largo negro y la tradicional peineta y mantilla españolas, con la banda celeste y el broche con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, mientras que el príncipe Felipe vestía un frac y en la solapa portaba la condecoración del Toisón de Oro y también la banda color celeste de la Orden de Carlos III.

En el tradicional intercambio de regalos, los Príncipes de Asturias obsequiaron al Papa con una imagen en plata de la Virgen del Pilar y el Pontífice les hizo entrega de las tradicionales 20 medallas con los misterios del rosario.

Después, los Príncipes de Asturias, que en todo momento estuvieron acompañados por el nuevo embajador ante la Santa Sede, Jorge Dezcallar, se reunieron con el cardenal secretario de Estado vaticano, Angelo Sodano, y a continuación visitaron acompañados por algunos guías la plaza y la basílica de San Pedro, deteniéndose a admirar el obelisco central de la plaza y La Piedad de Miguel Ángel en el interior del templo. Don Felipe ya visitó la basílica en el año 2000, cuando viajó a Roma con ocasión del jubileo y entonces fue recibido por Juan Pablo II.

El pasado lunes, el Papa recibió al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y en su mensaje también envió un cariñoso saludo a la familia real. El Príncipe se ha visto con el Papa en varias ocasiones, la primera en 1982, cuando Juan Pablo II visitó por vez primera España, y la última en mayo de 2003, de nuevo en Madrid, con motivo del quinto viaje del Pontífice a España.

Los Príncipes de Asturias habían solicitado audiencia como muestra de respeto y afecto por el Santo Padre, siguiendo la tradición familiar de acudir a visitarle poco después del enlace matrimonial, como ya lo hicieron las infantas Cristina y Elena tras sus respectivas bodas.

Juan Pablo II observa el regalo de los Príncipes de Asturias: una imagen en plata de la Virgen del Pilar.
Juan Pablo II observa el regalo de los Príncipes de Asturias: una imagen en plata de la Virgen del Pilar.EFE

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