El PP queda fuera de un pacto por "el pluralismo" de todos los grupos parlamentarios

El PSOE ha firmado este mediodía un pacto con el resto de formaciones políticas con representación parlamentaria excepto el Partido Popular para asegurar "la estabilidad" en los órganos de gobierno del Congreso y el Senado, que quedarán así bajo control de los socialistas. El acuerdo garantiza "el máximo pluralismo político posible" en las dos Cámaras, en cuyas Mesas estarán representados la mayor parte de los partidos. El Partido Popular fue incapaz de llegar ayer a un pacto con ninguna otra formación, y no podrá así contar con la presidencia del Senado pese a tener mayoría en esa Cámara; los populares se negaron a ceder puestos en el Congreso a partidos minoritarios, como es costumbre, al considerar que luego se posicionarían a favor del PSOE.

El pacto, cuyo nombre oficial es Acuerdo por el Pluralismo Político de los Órganos Constitucionales del Congreso y el Senado, ha sido suscrito poco después de la una de la tarde en la Cámara Baja por el PSOE, Izquierda Verde (IU-ICV), Convergencia i Unio, Esquerra Republicana, el Partido Nacionalista Vasco, Coalición Canaria, el Bloque Nacionalista Galego, Eusko Alkartasuna, la Chunta Aragonesista, Nafarroa-Bai y el Partido Aragonés Regionalista, y por el grupo Entesa Catalana de Progrés, que representa en el Senado al PSC, Esquerra e ICV.

"Impedir" la mayoría del PP

El Partido Popular se ha quedado fuera de un acuerdo firmado para "impedir" que el PSOE se quede en minoría en las Mesas del Congreso y el Senado frente a la formación conservadora. En la Cámara Baja (con 350 asientos), los socialistas tienen 164 escaños y los populares 148; en la Cámara Alta (con 259), los socialistas tienen 96, a los que se pueden sumar los 16 de Entesa, y los populares tienen 126.

El texto del acuerdo reconoce que los ciudadanos eligieron el pasado 14 de marzo una representación "plural" en el Parlamento, y considera que esa pluralidad debe "proyectarse en los distintos órganos institucionales de las Cámaras, comenzando por las Mesas del Congreso y del Senado", porque de esta manera "la democracia se refuerza" y "los electores se ven más fielmente reflejados en el Parlamento".

El Parlamento "ha de convertirse en esta legislatura en el centro de la vida pública española, y hay que empezar por tener la generosidad que permita que el pluralismo político que proclama la Constitución como uno de sus valores se exprese en los órganos institucionales de la máxima representación de las Cámaras", según el documento.

Cuestión de "generosidad"

Y precisamente la "generosidad" es la clave que sirve para explicar que este acuerdo beneficie al PSOE y perjudique al PP. Los socialistas "cederán" a otros grupos parlamentarios parte de su representación en ambas Cámaras; el reparto de está recogido en el documento, que sólo refleja el espíritu del acuerdo. Su resultado es sin embargo el que sigue: el PSOE ostentará la presidencia del Congreso (Manuel Marín), pero cede una vicepresidencia a CiU, y una secretaría a IU-ICV. El Senado también tendrá un presidente socialista (Javier Rojo); el PSOE cede una vicepresidencia a Entesa (en concreto, a Esquerra), una secretaría a CiU y la otra al PNV. En la Mesa del Congreso, de nueve asientos, tres corresponden así al PSOE, cuatro al PP, uno a CiU y otro a IU-ICV. En la del Senado, de siete, uno es socialista, tres del PP, uno de CiU, uno de Entesa y otro de PNV.

El acuerdo "garantiza la estabilidad y relaciones de buena fe entre los grupos en el funcionamiento de las Mesas, así como un pluralismo respetuoso con la representación obtenida en las urnas". "Para evitar que la renuncia del grupo socialista a favor de otros grupos perjudique gravemente su posición en las Mesas, los grupos firmantes de este acuerdo se comprometen a impedir, a través de la búsqueda de los correspondientes acuerdos, que el Grupo Socialista quede en minoría en las Mesas del Congreso y del Senado".

Este acuerdo, que "durará toda la legislatura" salvo acuerdo "unánime" de sus firmantes, garantiza así que el gesto de los socialistas les deje en minoría ante el PP, que se ha negado a ceder ni uno solo de sus puestos en las Mesas, y se ha quedado así sin posibilidad de llegar a ningún acuerdo con otra formación que le permita lograr cargos más allá de aquellos a los que puede acceder por el votos de sus parlamentarios. A resultas de este pacto, quedará arrinconado también cuando se formen las comisiones en ambas Cámaras.

"Hemos hecho un gran esfuerzo, pero merecía la pena. Queremos que el diálogo, el consenso y la pluralidad sean la pauta de la legislatura. Sólo ha quedado excluido el PP. Lo hemos intentado, pero ellos no han querido", señaló ayer Alfredo Pérez Rubalcaba, quien será portavoz del Grupo Socialista. La cara arriesgada del acuerdo para los socialistas es que el acuerdo no obliga a votar a favor de sus propuestas, por lo que se verá obligado a pactar todas sus iniciativas con estos grupos.