Zapatero promete abrir una "etapa de concordia" para acabar con el "ordeno y mando" del PP

La arrogancia, la descalificación y el insulto son los calificativos que, a juicio de José Luis Rodríguez Zapatero, mejor definen estos ocho años de Gobierno del PP. Para acabar con todo ello y abrir una "nueva etapa de concordia entre la España diversa", el líder socialista ha reclamado el voto de todos aquellos que quieren un cambio, una especie de segunda transición. Y lo ha hecho en el pabellón de deportes de Las Palmas, ante cerca de 4.500 simpatizantes. Allí, Zapatero ha garantizado que, si gana las elecciones y forma gobierno, su primer objetivo será cambiar las tornas de la manera en que el PP entiende la política: un Gobierno tolerante, que respete todas las voces y que tenga el diálogo como instrumento esencial de hacer política.

Frente a un Gobierno que ha actuado "de espaldas a la gente, que ofende permanentemente la inteligencia y el sentido común de tantos ciudadanos", que gobierna bajo el "ordeno y mando", Zapatero ha ofrecido una alternativa que tendrá como pilares fundamentales la "recuperación de los mejores valores de convivencia , la unión de todos los demócratas para acabar con ETA, y que en ningún momento se vuelva a discutir sobre política antiterrorista".

En virtud de ese talante, Zapatero ha asegurado que no responderá con insultos a los ataques del PP, y no hará como su candidato, que ha pedido el voto a los militantes del PSOE. "Yo no voy a hacer eso porque los votos no son de ningún partido, son de los ciudadanos que votan libremente".

Rajoy, un candidato "sin valentía"

En otro momento de su intervención, Zapatero ha vuelto a insistir en celebrar un debate cara a cara con Rajoy, algo que sabe imposible a estas alturas de campaña y tras las reiteradas negativas del PP. Por ello, el candidato del PSOE ha proclamado que un aspirante a presidente que no quiere explicar y contrastar propuestas carece de "valentía", por lo que no merece ganar las elecciones. Frente a esta actitud, ha reiterado la suya, la de debatir con el líder de la oposición, "aunque no se si será Rajoy para entonces", ha ironizado.

Ha respondido también a los llamamientos de Rajoy para que defina sus alianzas de Gobierno. Después de haber dejado claro que un Ejecutivo presidido por él sería sólo del PSOE, el líder socialista ha reprochado al PP su falta de memoria y su exceso de "hipocresía" al no recordar que llegó a La Moncloa gracias al apoyo del PNV y de CiU, y mostrar ahora "una auténtica obsesión patológica" con ERC. "Qué sería de Rajoy en esta campaña si no existiera Carod-Rovira", se ha preguntado de nuevo.